Mientras el tramo de la avenida Diagonal entre las plazas de Glòries y Verdaguer continúa empantanado por las obras del tranvía, las cuales, a pesar de avanzar al ritmo previsto, todavía se alargarán un año más hasta la primavera de 2024, en el contexto de las elecciones municipales 2023 cobra importancia lo que pueda pasar justo al día siguiente de la inauguración de esta parte del proyecto de conexión de las dos redes de tranvía actualmente existentes, el TramBaix y el TramBesòs, entre las plazas de Verdaguer y Francesc Macià, porque se ha convertido en uno de los puntos de divergencia claro entre los diferentes candidatos a la alcaldía.

🗓️ Calendario de las elecciones municipales 2023 en Catalunya

📝 Candidatos en las elecciones municipales 2023 en Barcelona: toda la lista

Hace falta tener en cuenta que la historia de la conexión del tranvía viene de lejos y que ya en el año 2010 una consulta popular sobre la transformación de la Diagonal mostró el rechazo popular a una iniciativa defendida por el entonces alcalde, Jordi Hereu. Todavía más, justo al inicio del primer mandato de Ada Colau, en junio del 2015, el entonces jefe de la oposición, Xavier Trias, tuvo que corregir al president de la Generalitat, Artur Mas, por haber mostrado su apoyo a la conexión. Finalmente, el 7 de marzo del 2022, después de atrasos y dilaciones, empezaban las obras de un primer tramo de conexión, el de Glòries a Verdaguer.

Pero con el calendario en la mano, aquel mismo día de inicio de obras se veía claro que la ejecución de la segunda parte de las obras, el tramo entre Verdaguer y Francesc Macià, quedaría en manos del gobierno municipal surgido de las urnas el 28 de mayo de 2023, y este hecho, por mucho que el gobierno actual haya intentado acelerar al máximo los trámites para poder iniciar las obras tan pronto como acaben las actuales, se ha convertido en un caballo de batalla del actual debate municipal que, además, tiene dos opciones bien definidas y dos bandos bastante claros, con Trias y Collboni en un lado y Colau y Maragall en el otro.

Trias apuesta por el bus eléctrico

Vamos por partes. El candidato de Trias per Barcelona, Xavier Trias, es un veterano opositor al tranvía. En su mandato, el proyecto de conexión desapareció de la agenda municipal y la reurbanización del tramo de la Diagonal entre Francesc Macià y el Cinc d'Oros de 2015 se hizo sin contemplar en ningún momento la posibilidad de hacer pasar el tranvía. El paso de los años no le ha hecho cambiar de opinión y su posicionamiento está claro en esta cuestión: si es alcalde no se hará el tramo pendiente, y finalizará las obras actuales porque sería más caro revertirlas que acabarlas. Eso sí, se ha abierto a una eventual consulta popular sobre la cuestión.

Xavier Trias en el inicio de la campaña electoral. El candidato de Junts es un firme defensor de parar la conexión del tranvía por la Diagonal / Foto: Ivan Fernández

En su lugar, Trias apuesta por el bus eléctrico y recuerda que ya hay una línea de autobús, la X-1, que conecta Francesc Macià con Glòries y este mismo viernes ha recordado que "la gente de Barcelona votó en contra" de hacer el tranvía por la Diagonal, además de alertar que la conexión supondría un "perjuicio importantísimo" para TMB y ha acusado Ada Colau por "beneficiar la empresa del tranvía": "Eso lo hace una alcaldesa que se llama progresista, es sorprendente". Por todo ello, Trias ha hecho un llamamiento a situar la movilidad como "un servicio para el ciudadano" y no como una "trampa y para cabrearlos".

Collboni quiere repensar el proyecto

Si Trias ha dejado claro que piensa parar la conexión, el candidato del PSC a la alcaldía, Jaume Collboni, se ha mostrado favorable a frenar el proyecto y como mínimo, postergarlo al mandato 2027-2031. Aunque el PSC sigue formando parte del gobierno municipal de Barcelona, los socialistas hace meses que marcan distancias con sus socios de gobierno, y de la misma manera que ya se han mostrado dispuestos a repensar las supermanzanas, en especial en el Eixample, también quieren darle una al tranvía, a pesar de no cerrar la puerta a la conexión, pero sí aplazarla unos años, una postura que en medio del rumor de un posible acuerdo postelectoral sociovergente, no gusta nada a los comunes.

Colau quiere tenerlo todo hecho en 2027

En el otro lado de la balanza, la candidata de Barcelona en Comú y actual alcaldesa, Ada Colau, no solo es una firme defensora del tranvía, sino que, además, no ha dudado a convertirla en arma arrojadiza contra sus oponentes, y este mismo viernes ha acusado a Trias y Collboni de "irresponsables" por la intención de parar o aplazar las obras. "Somos la única garantía de que se acabará", ha añadido, para incidir en un aspecto clave, el apoyo de la Generalitat, o cosa que ahora es lo mismo, el de Esquerra Republicana de Catalunya, para finalizar toda la conexión durante el próximo mandato y terminarla en 2027.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el conseller de Territori, Juli Fernández, en plena sintonía por la conexión del tranvía / Foto: Carlos Baglietto

Maragall también quiere acabar las obras

Con respecto al candidato de ERC, Ernest Maragall, ya ha mostrado su disposición a acabar las obras al considerar que sería una "grave irresponsabilidad" dejarlas a medias. Pero además, esta voluntad de finalizar las obras la ha exhibido también el Govern y, desde que este es monocolor, también el conseller de Territori, Juli Fernández lo ha mostrado públicamente. En un acto conjunto con la alcaldesa a mediados de marzo, el conseller Fernández aseguró que con respecto a la conexión de las redes tranviarias, "el compromiso del Govern está ahí" y especificó que la unión del tranvía era un "ejemplo claro y evidente" del entendimiento entre administraciones.

División de bloques

Esta división de bloques queda complementada por la posición del candidato del Partido Popular, Daniel Sirera, que ya se ha mostrado también contrario a la conexión de las redes de tranvía, así como Eva Parera, de Valientes, mientras que Anna Grau, de Ciudadanos, apuesta por ejecutar la obra a largo plazo. En todo caso, en un contexto donde todos los candidatos admiten que habrá que llegar a acuerdos de gobierno, la cuestión del tranvía se convierte en uno de los caballos de batalla de esta campaña electoral y, también, un arma arrojadiza para acusar a los oponentes de haber cerrado ya unos pactos que, en todo caso, no se podrán hacer efectivos hasta pasadas las elecciones.