Noche de infarto en Barcelona. El candidato de Junts, Xavier Trias, ha conseguido ganar las elecciones en Barcelona, con 11 concejales, y ha puesto punto final a dos legislaturas de gobierno de los comunes con Ada Colau. El candidato socialista, Jaume Collboni, ha quedado en segunda posición con 10 concejales. Colau ha quedado tercera, con lo cual los morados pierden su principal bastión en Catalunya pero también en España. Socialistas y comunes han estado batallando por el segundo lugar hasta el último voto. A las 11 de la noche, Trias ha asegurado que será el próximo alcalde de la ciudad. Sin embargo, una hora y media más tarde, cuando Collboni ha conseguido confirmar la segunda posición en la carrera, ha dejado claro que el PSC no renuncia a nada. Los socialistas tienen la llave del gobierno: podrían dar la mayoría a Trias, pero también podría intentar apostar por liderar un tripartito.
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El republicano Ernest Maragall, que ganó las elecciones hace cuatro años, ha perdido la mitad de concejales y se ha quedado con 5 escaños. Tal como apuntaban los sondeos, el PP se ha recuperado en Barcelona, con 4 concejales, en una noche en que Vox, finalmente, consigue entrar en la capital catalana.
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"Seré el alcalde de Barcelona", ha proclamado Trias al comparecer ante la prensa y sus seguidores. No ha resultado un recuento fácil para esta candidatura concentrada en el hotel de la calle Pelai para seguir los resultados. A las ocho de la noche los sondeos a pie de urna relegaban Trias a la tercera posición y auguraban una victoria de Ada Colau, seguida del socialista Jaume Collboni. No obstante, tan pronto como se ha puesto en marcha el recuento, Collboni se ha subido al primer lugar, No ha sido hasta bien avanzado el recuento que Trias ha pasado a liderar la primera posición, de la cual ya no se ha movido.
El candidato de Junts ha confirmado el llamado efecto Trias y ha vuelto a ganar en Barcelona 12 años después de la victoria que en el 2011 lo situó al frente del consistorio. Sin embargo, el futuro gobierno de la ciudad dependerá de los acuerdos que se pongan en marcha a partir de ahora. La victoria de Trias es clara, con un 22,4% de los votos, y tendría suficiente con un pacto con el PSC para conseguir el gobierno de la ciudad, pero las expectativas de Junts se han visto notablemente enfriadas cuando Collboni, que ha conseguido un 19,79% de los votos, ha sentenciado que "Barcelona ha votado iniciar una nueva etapa y también ha votado progresista". "El PSC no renuncia a nada", ha asegurado.
Acto seguido, pasado ya las doce y media de la noche, ha sido Colau quien ha apostado abiertamente por un tripartito, que ha descrito como una "obligación de las fuerzas progresistas". La hasta ahora alcaldesa ha reivindicado su peso en este nuevo escenario y ha subrayado lo ajustado que ha sido el resultado, y que, con un 19,77% de los votos, ha quedado finalmente a sólo 141 papeletas del socialista Jaume Collboni.
Pese a la posibilidad de construir un tripartito, la de este domingo ha sido una noche complicada para los republicanos, ERC ha recibido un serio revés en Barcelona donde Ernest Maragall, que hace cuatro años ganó las elecciones, ha perdido la mitad de los concejales y se han quedado con 5 escaños y un 11,22% de los votos. Este resultado se ha visto sin duda condicionado por la entrada en campaña de Trias, rival directo en el voto independentista, pero también por la estrategia del partido que ha obligado a Maragall a modular la oposición en Barcelona a raíz de los pactos entre los republicanos y los comunes en el Parlament de Catalunya. Los republicanos no escondían las caras largas cuando se han presentado a valorar los resultados.
Entra Vox
El PP ha doblado la representación con que contaba, lo cual tampoco era excesivamente difícil teniendo en cuenta que solo contaba con dos concejales y ahora tendrá cuatro. Han desaparecido del consistorio tanto Ciudadanos como Valents, que cuatro años atrás, de la mano de Manuel Valls, quedaron en cuarta posición y 6 concejales. Por el contrario, el consistorio barcelonés se ha radicalizado con la entrada de dos diputados de Vox, encabezados por Gonzalo de Oro Pulido.