El atentado en Moscú en el cual murieron 137 personas, reivindicado por el Estado Islámico, ha evidenciado una vez más las tensiones existentes en el continente europeo. El presidente ruso, Vladímir Putin, clamó venganza y apuntó directamente a Ucrania, país al cual aseguró que habían intentado huir los perpetradores del ataque. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, rechazó de lleno esta posibilidad y acusó al dirigente ruso de instrumentalizar el ataque para aumentar la ofensiva contra Ucrania. Sea como sea, hace meses que los líderes de la Unión Europea advierten de la posibilidad de una gran guerra a raíz de las tensiones con Rusia. Putin advirtió hace unos días que la presencia de soldados de la OTAN en Ucrania coloca Europa "a un paso de la Tercera Guerra Mundial".