Durante el invierno reconoces que el estrés te devora poco a poco hasta dejar un 50% de ti: la rutina, las obligaciones, las preocupaciones... Es un ritmo tan acelerado que estás deseando que llegue el verano para poner algo de calma en tu vida. Relajarte, centrarte en ti y en los tuyos, focalizar la atención en lo que realmente importa. Y, ¿acaso no es esa la esencia del mindfulness?

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Por eso hoy en La Tumbona, nuestra sección veraniega, tenemos una propuesta distinta para ti: aprovechar tus vacaciones de verano para iniciarte en el mindfulness. ¡Vas a experimentar las vacaciones de forma distinta! 

Pásate al mindfulness en pleno verano

En vacaciones, tu cuerpo y mente se predisponen a la relajación de manera natural, por eso es el momento ideal para iniciarte en esta popular práctica. Aprenderás a ser más consciente de tus emociones para enfrentarte mejor a las situaciones de ansiedad y estrés. 

Iniciarse en el mindfulness en vacaciones es una gran idea. Imagen: Kostyantin Voitenko.

Y ¿por qué iniciarse en el mindfulness en verano? Hay muchos motivos:

1. Reduce el estrés y mejora la concentración

Los días de descanso nos permitimos más horas de luz, contacto con los amigos y la familia, visitas a sitios nuevos y hacer cosas que nos interesan poniendo toda la atención. Estas actividades dan pie a poner en práctica una de las técnicas más efectivas del mindfulness: la atención plena.

Pruébalo todos los días que tengas libres. En la playa, en la piscina o en casa. Busca un lugar tranquilo donde nadie te moleste, cierra los ojos y toma conciencia del momento actual, piensa solo en el ahora: ¿dónde estás?, ¿qué clima hace?, ¿a qué huele?, ¿oyes algo?, etc. Concéntrate en la respiración, respira hondo y sé consciente de cuándo entra y cuando sale el aire de tus pulmones. Es una manera ideal para despedirte del estrés.

2. Te ayuda a comer menos y mejor

El verano suele añadirnos unos kilillos de más: las tapitas, los helados. Comer sano se vuelve imposible. Y ahí entra en juego también el mindfulness. Practicar con regularidad esta técnica, te ayuda a identificar las señales internas de hambre y saciedad. Lo que te hará comer solo cuando sea una necesidad y no por impulso o aburrimiento. Al estar presente y consciente mientras comes, apreciarás mejor los sabores y texturas de los alimentos. Así elegirás menús más saludables aunque estés de vacaciones.

3. Mejora tu vida sexual

El calor, a veces, distancia las relaciones y tu vida sexual se puede volver más esporádica. El mindfulness le pone remedio. Aprender a estar presentes en el momento y practicar la escucha activa favorece la conexión de pareja. La atención plena permite centrarte en cada sensación, explorar nuestros deseos y comunicarte de manera más abierta y auténtica. El mindfulness te hará vivir el sexo de una manera más libre y relajada, sin pensar en el momento del clímax.

¡Te olvidarás de los prejuicios!

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Ya ves todo lo que el mindfulness puede hacer por ti en vacaciones. Transforma tu tiempo libre en momentos de serenidad, conexión y crecimiento personal. Con esta técnica encontrarás un equilibrio interior duradero incluso después del verano. 

¡Iníciate ya en el mindfulness!