Cuando acaba el invierno nos olvidamos de los radiadores. Esto es así. Les sacamos el polvo visible pasando el trapo o la bayeta por encima, y se acabó. Esto significa que el interior de los radiadores se tira cinco, seis o incluso siete meses acumulando polvo sin que nadie le haga caso. Y luego llega ese momento del otoño-invierno en que sientes el frío, los enciendes... y notas el olorcillo del polvo al calentarse, y también notas en la factura el gasto por la ineficacia de esos radiadores descuidados.
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Bueno, basta ya. La limpieza y mantenimiento de los radiadores es la cosa más sencilla del mundo, solo hay que conocer los trucos y ponerlo todo a punto antes de encender la calefacción.
3 métodos tan sencillos como sorprendentes para limpiar el interior de los radiadores
El problema de los radiadores es que son largos, y sus huecos, estrechos, y, por tanto, es difícil pasar un trapo por el interior. A menos que te las ingenies con estos sistemas:
1. El método del trapo y la cuerda
Este método es el más "rupestre" y el menos preciso, pero te sirve si no tienes más posibilidades, y no quieres comprar uno de esos cepillos alargados que, la verdad, tampoco usarás para mucho más. La idea es la siguiente:
- Pon un papel de periódico bajo el radiador.
- Pasa un trozo de cuerda de cáñamo o yute, o cualquier tela fina lo suficientemente larga, por uno de los interiores del radiador, y luego átale un trapo.
- Ve subiendo y bajando el trapo atado, que irá pasando por el interior, retirando todo el polvo.
- Cuando acabes, pásalo al siguiente hueco, y repite. Etc.
Es un truco laborioso, porque tienes que ir uno por uno, pero te puede servir para radiadores que por lo que sea no tengan enchufe cerca, o forma alguna de usar los dos métodos que vienen a continuación y son muchísimo más rápidos.
El método del secador
Vas a alucinar con lo fácil que es esto.
- Coge dos paños humedecidos, pon uno en la parte trasera del radiador, y otro abajo.
- Coge un secador y dale al interior del radiador. Prueba primero con potencias medias, y si no sale volando todo, puedes darle más potencia.
- El aire caliente empujará todo el polvo hasta los trapos húmedos, que lo capturarán con facilidad.
¿Sorprendidos? Pues espérate, que falta...
El método de la vaporeta
Si tienes en casa una vaporeta, es decir, una de esas máquinas de limpieza mediante vapor, que sepas que este es el método más efectivo para limpiar los radiadores por dentro. Igual que antes, deja los trapos humedecidos listos para capturar todo el polvo que salga, pero con la vaporeta lograrás una limpieza perfecta del interior.
Radiadores limpios, factura reducida
Mantener limpios los radiadores es fundamental, ya no por cuestiones de higiene doméstica, sino porque un radiador sucio es menos eficaz, la capa de porquería interior dificulta la emisión de temperatura, y acabas gastando más para conseguir el ambiente deseado.
Asegúrate de limpiar los radiadores por dentro, y de purgarlos antes de ponerlos en marcha (solo necesitas un cubo y un destornillador, aflojar la pieza, recoger el agua sobrante, volver a apretar, y ya está), y verás como este invierno calientan de forma más eficiente.