La playa es un plan de verano, y la montaña, de invierno. O quizás no. Los Pirineos no solo tienen que ser un destino durante los meses invernales, también pueden ser una muy buena opción para huir de la masificación de las playas y conocer pueblos con encanto donde disfrutar de la tranquilidad y descubrir paisajes espectaculares. En La Gandula de ElNacional.cat te proponemos los cinco pueblos de los Pirineos Catalanes que no te puedes perder.

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1. Bagergue

Se trata del pueblo más alto de la Vall d'Aran, situado a 1.419 metros de altitud, en la parte sur del valle del Unhòla, río afluente del Garona. Es un pueblo muy pequeño, con tan solo un centenar de habitantes, pero que nunca falta en los rankings de pueblos con más encanto. De hecho, el diario británico The Times lo nombró como uno de los pueblos más bonitos del Estado español. El casco antiguo de Bagergue forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya, y destaca especialmente la iglesia de origen románico Sant Feliu. Aparte de admirar el paisaje, también vale la pena visitar el museo Eth Corrau, donde se pueden ver más de 2.500 piezas, algunas con siglos de historia, que permiten conocer la vida y cultura aranesa.

Bagergue forma parte del municipio de Naut Aran, junto con Arties, Salardú, Gessa, Tredòs y Montgarri.

2. Taüll

El mejor pueblo para disfrutar los paisajes y al mismo tiempo aprender sobre el arte románico. Taüll es un pequeño pueblo de tan solo 284 habitantes situado en medio del valle de Boí, en la Alta Ribagorça, conocido por las iglesias de Santa Maria de Taüll y de Sant Climent de Taüll, reconocidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el año 2000. En la segunda, destacan las pinturas murales del maestro de Taüll, considerado uno de los pintores románicos más importantes de Europa. Aparte de la parte monumental, desde Taüll se pueden visitar el parque nacional de Aigüestortes o el Estany de Sant Maurici.

Iglesia de Sant Climent de Taüll, declarada patrimonio de la humanidad. Foto: Wikimedia Commons (Xavigivax)

3. Castellar de n'Hug

Situado en la comarca del Berguedà, Castellar de n'Hug es un pueblo situado a 1.395 metros de altitud. Aquí también se pueden visitar iglesias románicas, como la iglesia de Santa Maria de Castellar de n'Hug, en el núcleo del pueblo, o la iglesia de Sant Vicenç de Rus, que contiene pinturas del siglo XII. La población se encuentra en medio del parque natural del Cadí-Moixeró, donde se pueden hacer rutas diversas para disfrutar de la naturaleza, y, aprovechando que en esta localidad nace el río Llobregat, desde la parte baja del pueblo se puede recorrer un corto camino hasta las Fuentes del Llobregat, donde se puede observar el espectáculo del agua, que brota a través de la roca.

Pueblo de Castellar de n'Hug, en el Berguedà. 

4. Llavorsí

El Valle de Àneu, el Valle de Cardós y el Valle Ferrera, situados en la comarca del Pallars Sobirà, confluyen en el pueblo de Llavorsí. Una villa donde las casas con tejado de pizarra se amontonan en callejones estrechos con un fuerte desnivel. Se pueden visitar la iglesia parroquial de Santa Anna de Llavorsí, el santuario de la Madre de Déu de Biuse, la iglesia de Sant Serni de Baiasca y las ruinas del antiguo castillo de Gilareny. Para los amantes del deporte, es el lugar perfecto para hacer rafting y otras actividades acuáticas, ya que aquí baja con fuerza la Noguera Pallaresa, que confluye con la Noguera de Cardós. También se puede hacer senderismo por la zona, por ejemplo, en el bosque Arnui.

Vista aérea de Llavorsí, en el Pallars Sobirà. Foto: Xevi V. / Creative Commons

5. Queralbs

Queralbs, situado a una altitud de 1.236 m, forma parte de la comarca del Ripollès, y se trata de uno de los pueblos con más encanto de los Pirineos. Aparte de andar por los callejones estrechos del pueblo, formado por una treintena de casas, se puede visitar la iglesia románica de Sant Jaume de Queralbs o las ruinas del castillo de Queralbs. Además, desde aquí se puede llegar fácilmente al valle de Núria, ya que para el Tren de Cremallera de Núria. Como curiosidad, en este pueblo ha veraneado durante muchos años el expresident de la Generalitat Jordi Pujol.

El municipio de Queralbs visto desde el camino de Fustanyà. Foto: Josep Maria Viñolas Esteva / Wikimedia Commons