Nuestros océanos están en serio peligro, la amenaza del cambio climático es solo la punta del iceberg. Los residuos plásticos, la sobrepesca y la acidificación de las aguas son otras amenazas que afectan de lleno a un elemento tan sensible como el agua de los océanos y todo el ecosistema que vive en ella, y del que todos dependemos en muchos aspectos. Por eso todos debemos emprender acciones para cuidar el mar.
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Es tentador pensar que esto no va con nosotros, que esto hay que hablarlo con los gobiernos, y con las navieras, las petroleras, y demás empresas (y sus respectivos peces gordos). Y es cierto que a menudo se carga sobre el ciudadano corriente una responsabilidad (ambiental, económica, todas ellas) que en absoluto es suya. Pero no es menos cierto que el problema ecológico ya lo tenemos aquí y, al tiempo que se señalan tantos elefantes en la habitación como hagan falta, al final todos debemos arrimar el hombro en la medida de nuestras posibilidades, porque cada acción cuenta para salvar los océanos, y como consumidores también tenemos poder.
Veamos, por tanto, algunas acciones para cuidar el mar que tampoco nos van a costar tanto, y pueden significar mucho, ni que sea por el ejemplo, y por la esperanza en dejarle a las siguientes generaciones un mundo un poquito mejor.
Las seis acciones para cuidar el mar que dependen de ti
1. Reduce las emisiones de CO2
El CO2 no es malo por sí mismo, el problema es que es un gas de efecto invernadero que ayuda a elevar la temperatura del planeta y del mar, y, por tanto, nos interesa reducir sus niveles. En lo doméstico hemos de actuar en la medida de nuestras posibilidades: un coche más eficiente y una caldera nueva que evite que estos gases altamente perjudiciales para el medio ambiente proliferen, son gestos importantes que ayudan a proteger los océanos, aunque suponen un esfuerzo económico que no todos pueden permitirse. Pero incluso los gestos y gastos más pequeños cuentan: un pequeño electrodoméstico con certificado energético verde ya emite, de forma neta, menos.
2. El consumo de plásticos
Debe quedarse en su mínima expresión. No uses tanto plástico desechable, hay muchas formas de reducirlo: botellas de agua y bolsas reutilizables, o evitar en el supermercado las frutas o las verduras cortadas que van envueltas en este tipo de elemento, por ejemplo. A la que comienzas a reciclar en casa y a separar el plástico te das cuenta de hasta qué punto estamos sobrepasados y saturados de plástico por todas partes. Si cambiamos la lista de la compra o la manera en la que la hacemos, aliviaremos al mar de la carga de este residuo.
3. Cuidado con el pescado.
La procedencia de este tipo de alimento debe estar sujeta a unas condiciones, la sobrepesca es una práctica que se debe erradicar. Como comprador evita comprar pescado en épocas del año en el que no esté permitida su pesca. Y hay especies que directamente nunca deberíamos consumir, como el atún rojo, en peligro de extinción.
La anguila está en la misma situación: su población ha caído un 95% debido al efecto barrera de los embalses y la sobreexplotación pesquera. Hay muchas otras cosas que comer.
4. Conviértete en un voluntario medioambiental
Una vez al año ayudar a limpiar las playas es algo que podemos y debemos hacer. O contribuir con el proyecto que sea: si dispones de algo de tiempo para dedicarlo a algo que no sea el trabajo o la familia, esta es una de las mejores maneras de invertirlo, porque tiene un impacto real. Y siempre hace falta ayuda.
5. No tires nada al mar ni en la playa
Ir a la playa y enterrar los cigarrillos o la bolsa de patatas fritas, o lanzar por la borda la basura generada a bordo de determinadas embarcaciones, son actitudes que han convertido los océanos en un auténtico basurero. Evítalas, y difunde la necesidad de evitarlas. Por otro lado, si navegas o buceas, intenta ser respetuoso con la vida marina, los peces o los crustáceos son los habitantes de ese lugar.
6. No compres nada que haya utilizado productos marinos.
La joyería con coral o conchas está prohibida si quieres conseguir salvar los océanos. Hay muchas piezas que se hacen con conchas de tortugas o incluso con partes de la dentadura de unos tiburones que son eliminados de forma masiva. No podemos participar de este negocio.
Cada granito de arena cuenta, y si junto a las grandes acciones de los grandes jugadores, todos nosotros sumamos pequeños esfuerzos como estas acciones para cuidar el mar, podemos lograr grandes avances ante un problema acuciante. ¡Comienza hoy mismo!
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