La historia de la ciencia y los inventos siempre es interesante, y a menudo trae sorpresas, porque un invento es mucho más antiguo de lo que nos pensamos, ¡o porque se inventó en nuestra tierra! Hoy, en La Tumbona de ElNacional.cat, te traemos 6 inventos catalanes que han hecho nuestra vida mejor, de una forma u otra.
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Y no vamos a ir con teorías (como la que dice que el telescopio es un invento catalán, y que no está contrastada) ni con inventos de larga trayectoria y colectiva resolución de problemas, como el submarino que fue “inventado” por Narcís Monturiol, pero que se inscribía en una larga tradición a la que añadió mejoras importantes. Estos 6 inventos que te mostramos aquí no tienen discusión:
El porrón
Desde la Antigüedad, y durante el medievo, una forma clásica de beber era con el ritón, el cuerno, que no se bebía por el borde ancho, sino por el agujerito de abajo. Y parece ser que, en la Edad Media, algunos ceramistas y vidrieros catalanes pensaron que aquello tan incómodo podría ser más práctico si se fusionaba con una botella o recipiente que retuviera el líquido y pudiera apoyarse sobre la mesa.
Y así empezamos a encontrar documentados porrones, que se fueron extendiendo a las Baleares y el resto de España durante los siglos siguientes.
La aceitera antigoteo
La aceitera antigoteo que durante años fue hegemónica en bares y restaurantes y que muchos seguimos usando en casa, se llama también aceitera Marquina en honor a su diseñador, el catalán Rafael Marquina y Audouard, que la creó en 1961.
Debido a su éxito de ventas, y la caducidad de la patente, han surgido miles de plagios de este diseño. Marquina incluso tenía cientos de esos plagios en su casa, los coleccionaba con cierto sentido del humor, diciendo que ninguno funcionaba tan bien como su diseño.
El telégrafo eléctrico
De acuerdo, el telégrafo eléctrico es, como el submarino o el telescopio, uno de esos inventos que tienen cierta paternidad colectiva, ya que muchos andaban trabajando sobre los mismos conceptos en aquellos años. Pero el mismo Guglielmo Marconi, ganador del Nobel de Física, le reconoció el invento del telégrafo eléctrico al catalán Francesc Salvà i Campillo, y en 2019 se acreditó por fin la patente del invento al catalán en el IEEE (Institut of Electrical and Electronic Engineers) a partir de sus memorias.
Los Chupa Chups
Sí: uno de los caramelos más conocidos, extendidos e inmortales de España y parte del extranjero (se venden en todo el mundo) los inventó el catalán Enric Bernat en 1958, partiendo de la idea más simple del mundo: pegarle un palo a un caramelo grande, para que durara mucho, pero no hiciera falta tenerlo en la boca todo el rato, y no te mancharas las manos al cogerlo. ¡Una gran idea!
Las pastillas Juanola
No han sobrevivido al paso del tiempo con la misma fuerza que los Chupa Chups, porque tienen un gusto muy particular y una estética que asociamos a nuestros padres y abuelos, pero las pastillas Juanola fueron hace tiempo un must en todas las casas. Esa caja roja, y las pequeñas pastillas negras con forma de rombo fueron creación del farmacéutico catalán Manuel Juanola Reixach en 1906, hechas a base de regaliz, mentol, eucalipto y otros aceites esenciales.
La vacuna del cólera
El médico que ejercía en Tortosa, Jaume Ferran i Clua fue enviado a Marsella en 1884 por el Ayuntamiento de Barcelona para que estudiara la epidemia de cólera que estaba causando una enorme mortandad. El año antes, Robert Koch había aislado el bacilo que causaba la enfermedad, y Ferran y Clua logró hacerse con algunas muestras con las que preparó la primera vacuna contra esta enfermedad.
Curiosamente, al principio su vacuna no fue aceptada por otros médicos ni autoridades españolas, y cuando la epidemia llegó a España en 1885, se prohibió vacunar y murieron 150.000 personas... mientras que de todos los que llegó a vacunar Ferran solo murieron 54.
Sin duda parece el más importante de esto 6 inventos, aunque todos tienen su peso, ¿verdad?