A estas alturas, todos somos conscientes de la necesidad imperiosa de empezar a vivir, en general, de una forma más sostenible, eco-friendly, o como le quieras llamar. No queda otra, porque la alarma global está sonando, la emergencia climática una realidad, y la cosa no va a mejorar, al menos de momento.
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Ahora bien, ¡qué pesado puede ser este tema! ¡Y qué poco es lo que uno puede hacer desde su casa! Las tendencias globales no las frenarás tirando una lata de refresco al contenedor amarillo. Sin embargo, en el largo plazo, contamos con el factor acumulado de cada pequeño cambio. Y eso, multiplicado por los muchos millones de personas que vivimos en este planeta, puede significar un cambio gigantesco.
Así que no te desanimes: acepta el reto de cambiar pequeñas cositas, que no te cuesten casi esfuerzo, y poco a poco irás sumando. Échale un vistazo a estos 6 cambios simples y prácticos que puedes hacer en tu rutina diaria para ser más sostenible.
Cambio 1: Reemplaza tu cepillo de dientes por uno de bambú
Cada vez es más fácil encontrar cepillos de dientes de bambú en supermercados y tiendas especializadas. Estos cepillos son una alternativa sostenible y no requieren cambios en tus hábitos diarios. El bambú es antibacteriano, así que es una opción más higiénica. Y si eliges marcas éticas y compras en comercios de tu barrio, estarás contribuyendo aún más a un estilo de vida sostenible (y ahorrándole al entorno una ración regular de plástico en lo que te queda de vida).
Cambio 2: Evita compras impulsivas con este sistema
Las compras impulsivas parecen poseernos en los momentos más desprevenidos. No caigas en las trampa-ofertas. Si vas a comprar algo no esencial, como ropa extra, decoración, etc., utiliza el sistema de "enfriar" el calentón de compra dándote un plazo de espera.
Una vez pasado el plazo, que recomendamos de entre 24 horas y una semana (dependiendo de la intensidad de tu deseo y el coste del capricho), vuelve a plantearte si realmente necesitas esa cosa, o la deseas tanto. En muchos casos, la excitación habrá desaparecido.
Cambio 3: Abraza la segunda mano
El olor a nuevo atrae, pero antes de comprar algo que necesites, considera buscar opciones de segunda mano: aplicaciones móviles, tiendas solidarias y anuncios en prensa. Ahorrarás dinero y es posible que encuentres cosas casi sin estrenar.
Y luego está la familia, claro: no tengáis vergüenza en traspasar desde complementos hasta, sobre todo, ropa infantil. Se trata de prendas que normalmente tienen poco uso porque los niños crecen enseguida, y pueden servir a dos o a incluso tres niños antes de verse realmente deteriorada. ¿Para qué tirarla e irse de tiendas a por ropa nueva?
Cambio 4: Bebe agua del grifo filtrada
Bebe agua del grifo en lugar de embotellada. Utiliza filtros para mejorar su calidad y sabor, bien instalados sobre la misma boquilla del grifo, bien mediante una jarra con filtro.
Reducirás el impacto ambiental de los envases de plástico y contribuirás en el ahorro energético asociado al proceso de embotellado y transporte. Si puedes permitírtelo, hazte con un sistema de osmosis inversa, te cambiará la vida.
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Cambio 5: Reduce el consumo de carne
La producción de carne tiene un impacto significativo en el medio ambiente: deforestación y la emisión de gases de efecto invernadero.
No se trata de que te hagas vegano/a ni vegetariano. Simplemente, intenta reducir un poquito esa carne semanal, y sustitúyela por alimentos vegetales. Un par de filetes o hamburguesas menos a la semana son 104 filetes o hamburguesas menos consumidas en un año. ¿Ves cómo sí puedes tener impacto con cosas muy pequeñas?
Cambio 6: Pásate al envoltorio de soja o cera
Si sigues usando film de plástico y papel de aluminio para conservar tus alimentos, tienes que conocer los envoltorios más eco-friendly del momento. ¡Te van a encantar!
Se trata de envoltorios reutilizables de cera de abeja, y también hay de cera de soja (por si al final sí que decides hacerte vegano). Son adaptables a alimentos y envases. Puedes usarlos para envolver comida, quesos, sándwiches y aperitivos. Son fáciles de limpiar y con el cuidado adecuado pueden durar hasta un año. Además, al final de su vida útil, se pueden compostar, ¡tendrás a tus plantas contentas!
¿Cuánto plástico y papel de aluminio significará eso? ¿Y si cambias el agua embotellada por la del grifo? ¿Y si cien mil personas cambiaran de golpe los cepillos de dientes de plástico por los de bambú? Los ciudadanos y consumidores podemos hacer mucho desde nuestra humilde posición, simplemente aportando nuestro granito de arena, que se acumula y hace playa antes de darte cuenta. ¡Comienza por uno de estos 6 pequeños cambios!
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