Los lugares abandonados siempre transmiten una sensación de respeto e incluso miedo cuando|cuándo los visitas. Hay hoteles abandonados, estaciones de tren, casas... ¿Pero qué pasa cuando son pueblos enteros que han sido totalmente abandonados? Visitar un pueblo fantasma es una experiencia que se tiene que vivir al menos una vez a la vida. Tienes una sensación muy extraña cuando andas|caminas por las calles vacías con casas y casas a tu alrededor y sabes que hace años era un lugar|sitio lleno de vida como cualquier otro pueblo. ¡Algunos de los pueblos abandonados que veremos acto seguido, habían tenido más de un centenar de habitantes! ¡Desde La Tumbona te proponemos 8 pueblos abandonados de Catalunya para visitar y pasar un día muy misterioso!

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Los 8 pueblos abandonados de Catalunya donde podrás pasar un día muy misterioso

1. La Mussara (Baix Camp)

El pueblo fantasma de la Mussara se encuentra abandonado desde que el año 1950 la plaga de la filoxera, los problemas de sequía y varias derivadas prácticamente obligaron a sus ciudadanos a irse. Se trata de un pueblo rodeado de misterio, hay varias leyendas a su alrededor, a lo grande manera por|para la niebla que normalmente lo acompaña. De hecho, algunos creen que hace de bisagra en un portal dimensional que hay.

Tan solo quedan ocho edificios en escombros -que eran el total de casas que había en el pueblo en su momento-, y solo queda de pie la iglesia de Sant Salvador, la cual está rodeada de misterios al haber aparecido pinturas y motivos satánicos, así como algunas psicofonías, según los amantes de los hechos paranormales.

Ahora mismo es un paso obligado por muchos senderistas, pero su aspecto hace que muchos no escondan su miedo al pasar por un lugar como este.

La Mussara

 

2. Jafre (Garraf)

El pueblo abandonado de Jafre está situado en el término municipal de Olivella, dentro del parque natural del Garraf. Se trata de una aldea situada en una colina. El pueblecito se encuentra abandonado desde mediados del siglo XX. Tan solo quedaron varias masías aisladas después de la Guerra Civil. Todavía se pueden ver las casas del barón de Jafre, de varios masoveros e incluso la capilla de Santa Maria de Jafre. El pueblo es origen de leyendas de fantasmas y otras historias antinaturales que llaman mucho la atención de las personas amantes de todos estos temas.

Jafre

 

3. Peguera (Berguedà)

Como aparte del municipio de Fígols, el pueblo de Peguera se encuentra completamente abandonado hoy día. Hace un siglo, vivía de la extracción de la madera y especialmente de la minería. Precisamente fue la quiebra de la explotación minera y forestal lo que propició la marcha de los habitantes del pueblo, así como el hecho de estar a 1.600 metros de altitud y no tener ni agua corriente ni electricidad.

Este pueblo, sin embargo, tiene dos peculiaridades: es el primer lugar donde se practicó el esquí en Catalunya, en el siglo XIX; y es la localidad donde nació el famoso maqui catalán Ramon Vila Capdevila, nombrado Caracremada, el último de todos los guerrilleros que quedaban.

Peguera

 

4. Aramunt Vell (Pallars Jussà)

Esta villa del Pallars Jussà fue devorada por la naturaleza a causa de la despoblación. Se encuentra en una de las comarcas más lejanas de las zonas urbanas. Llegó a tener más de un centenar de casas y centenares de habitantes. La villa fue abandonada del todo durante los dos primeros tercios del siglo xx, aunque todavía sirvió de refugio durante la guerra del 1936-39, y las casas fueron hundiéndose, como también las dos iglesias que había. Una peculiaridad es que Aramunt Vell era una villa cerrada y para entrar, se tiene que hacer a través de dos portales.

En 1969 se hizo un intento de reconstruir las casas y volver a habitar la villa vieja, pero no funcionó.

Aramunt Vell

 

5. Marmellar (Baix Penedès)

El pueblo de Marmellar es de aquellos con un pasado oscuro. Pertenece al municipio de Montmell y quedó despoblado con la Guerra Civil. Se puede llegar andando desde la urbanización Atalaya del Mediterráneo, y actualmente hay varias casas y masías en escombros, así como una iglesia y su campanario. Solo llegaron a vivir allí un máximo de 60 personas el siglo XIX, y quedó completamente abandonado a finales de los años 70. El pueblo es conocido porque en 1993 se encontró el cuerpo quemado de una joven en el interior de la iglesia, semienterrado. Y en 1996 se encontró el cadáver de una joven de diecinueve años que trabajaba en una gasolinera de l'Arboç, y que fue secuestrada en un atraco. Los dos hechos, junto con algunas pintadas satánicas que se han encontrado entre los escombros, lo convierten en un pueblo abandonado manchado de negro.

Marmellar

 

6. Molinàs (Alt Empordà)

Muy cerca de la Catalunya del Norte, este vecindario construido el año 1773 llegó a tener un centenar de habitantes hasta que varios estragos y calamidades lo dejaron totalmente abandonado a las postrimerías de los años 70. Las plagas de filoxera, la necesidad de buscar trabajo en zonas de costa, la helada de 1956, la carencia de comunicaciones adecuadas y que muchas familias perdieron la descendencia porque se casaron con militares o guardias fronterizos condenaron el pueblo. Se encuentra a 4 km de Colera, cuyo municipio pertenece.

Ahora mismo se encuentra en proceso de recuperación y se utiliza como residencia puntual.

Molinàs

 

7. Pinyeres (Terra Alta)

La villa abandonada de Pinyeres se encuentra en medio de la nada. Situada en el término municipal de Batea, constaba de dieciocho casas, las cuales quedaron completamente abandonadas cuando en 1973 se fue la última familia que se quedaba en el pueblo. Un hecho curioso, sin embargo, es que los familiares y descendientes que quedan de todas aquellas familias que vivieron en este municipio vuelven cada primer fin de semana de agosto para celebrar una misa el día de la que fue la festividad del pueblo: Sant Salvador, de manera que llenan de vida momentáneamente este pueblo fantasma.

Pinyeres

 

8. Conill (Urgell)

Conill era un pequeño pueblo del término municipal de Tàrrega. Lo formaban solamente cinco casas solariegas, construidas durante la segunda mitad del siglo XVIII. También se construyó una iglesia, situada en la plaza del núcleo. Uno de los motivos por los cuales quedó sin gente el año 1980 fue un particular acuerdo que prohibía edificar más casas.

Actualmente, quedan algunas casas en un estado regular, pero se trata de un pueblo protegido como bien cultural de interés local (BCIL). Ha habido algún proyecto que ha querido dinamizar o recuperar el espacio, sin mucho éxito de momento.

Conill