El vello facial estorba, y mientras las últimas estadísticas dicen que un gran porcentaje de mujeres prefieren los hombres con barba, muchos hombres eligen afeitarse porque lo encuentran más cómodo. ¡Y oye, que los barbudos también se afeitan y tardan lo suyo en recortarla!

Ahora haz cálculos, están los hombres que se afeitan a diario y los que lo hacen de tanto en tanto. Eso supone un montón de espuma de afeitar, agua y maquinillas desechables. ¿Te has preguntado qué impacto medioambiental tiene afeitarse? ¿Y cuánto te cuesta al bolsillo? Te contamos un secreto para que te unas al cambio y te pases al afeitado sostenible.

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Un afeitado sostenible de sobresaliente es apostar por productos reutilizables

Te diríamos que lo más ecológico es que no te preocupes tanto por el pelo y termines en esa lista de hombres barbudos, pero entendemos que para algunos mortales del planeta el vello facial sea como una maldición. Entonces, mejor te contamos cómo pasarte a un afeitado sostenible y así tu bolsillo y el planeta estarán en paz contigo.

¿Maquinillas desechables, eléctricas o la navaja de toda la vida?

Ya, las maquinillas desechables las llevas usando toda la vida, pero tenemos que confesarte algo: es la peor opción porque no son reciclables. No se considera envase, por lo que no pueden ir ni al contenedor amarillo ni a un punto limpio, porque imagínate tener que separar el metal del plástico de millones de maquinillas. ¿A dónde van entonces? A los vertederos.

Esto tiene una excepción actualmente, ya que las marcas Gilette, Venus y Terracycle han activado programas de reciclaje para sus cuchillas. Pero no aplica al resto, y aún estamos lejos de reducir el impacto que genera su fabricación.

Así que el primer cambio es dejar de usar estas maquinillas de plástico. ¿Y entonces qué? Pues resulta que la navaja de toda la vida requiere calentar agua y gastar más agua que la maquinilla común, con lo cual tampoco nos sirve para un afeitado sostenible.

El afeitado clásico de nuestros padres y abuelos era más sostenible que el nuestro. Imagen: Pixabay.

Puedes hacer dos cosas: pasarte a la afeitadora eléctrica en seco que te durará unos diez años y no necesita apenas agua o usar maquinillas recargables de metal o de bambú con mango biodegradable y cuchillas que sí son reciclables.

¿Espuma, crema o jabón?

Ante la tríada del afeitado: espuma, crema y jabón, la opción más eco-amigable es el jabón de afeitar y las cremas ecológicas de afeitar. Los típicos botes de espuma tienen su encanto, pero su fabricación y los gases propulsores dejan una huella de carbono más grande que la de un Yeti. Además, los químicos escondidos en esas nubes de espuma no son precisamente un tratamiento de spa para tu piel.

En cambio, el jabón y la crema de afeitar ecológica se está poniendo de moda porque viene en envases más amigables con el planeta, como latas reutilizables o cartón reciclable. Además, su lista de ingredientes está repleta de elementos naturales: manteca de karité, aceites esenciales y otras maravillas de origen vegetal. Cuidan tu piel y el planeta. 

Pásate a la brocha vegana

Si optas por el afeitado húmedo con crema o jabón de afeitar, habrás escuchado lo maravillosas que son las brochas de pelo de tejón plata. ¿Sabías que le arrancan el pelo de sus partes inferiores y terminan muriendo en condiciones horribles? Deja a los pobres tejones en paz y pásate a las brochas veganas, hechas con fibras sintéticas, son más suaves y crean más espuma.

Cuidado con el agua que gastas

Evita dejar el agua corriendo mientras te afeitas y ahorrarás unos 12 litros por afeitado. Reserva unos 400 ml en el lavabo o en una taza para aclarar las hojas y reducirás otros 11.6 litros. Bajar la temperatura del agua también ayuda a ahorrar energía. Y si buscas aún más eficiencia, instala grifos inteligentes, estos disminuyen el consumo al añadir burbujas al agua.

¡Empieza hoy el afeitado sostenible! Deja atrás las maquinillas desechables y las espumas llenas de gases. Opta por opciones zero-waste como maquinillas recargables, jabones y cremas naturales, y brochas veganas. Hazle un favor al planeta y ahorra agua. ¡Un pequeño cambio para un gran ahorro en tu bolsillo y un descanso para el medio ambiente y para los tejones!


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