La llegada del verano y las vacaciones nos abre las puertas a hacer más planes, especialmente, al aire libre. Hoy en La Tumbona, la sección veraniega de ElNacional.cat, te traemos los mejores planes para hacer en familia a un precio muy económico. No todo es gastar en verano, y aunque cada vez menos, todavía quedan algunas actividades que podemos disfrutar de forma gratuita. Entre ellos, las pozas de aguas medicinales, gratuitas, termales y con propiedades curativas o de mejora de enfermedades cutáneas y articular. En concreto, el plan que llevamos es una escapada a los Baños de la Hedionda, que se encuentran en Casares (Málaga), uno de los denominados 'pueblos blancos' y que disfruta de un espacio de aguas termales y medicinales ricas en azufre.
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Los baños termales de Julio César
Casaste es una pequeña localidad malagueña con 4.000 habitantes, considerada Conjunto Histórico Artístico desde 1978. El recinto de los baños impresiona por su estructura arquitectónica, compuesto por una planta cuadrangular, una imponente vuelta esférica a central y dos galerías con vueltas de cañón en los laterales que son testigos del ingenio y la maestría de los constructores romanos. A lo largo de los años ha vivido muchas remodelaciones y adaptaciones, desde el origen romano hasta la irrupción de los árabes, que ampliaron los muros y las canalizaciones.
Hay muchas leyendas en torno a los baños de Hedionda, fechados el año 61 antes de Cristo. Se dice que el diablo exhaló su último aliento precisamente en estas aguas antes de que al apóstol Santiago lo expulsara, por eso se explicaría el olor característico en azufre. Sin embargo, la más popular le atribuyen al emperador romano, Julio César, que también se bañó en estas aguas termales para aliviar el dolor de una enfermedad. En aquella época los soldados romanos estaban infectados de sarna, y se bañaron en las termas, para intentar cuidarse. Finalmente, según la oficina de turismo de Casares, Julio César se cuidó en estas aguas de una infección, y como muestra de agradecimiento ordenó construir los baños que hoy se conservan.
Aguas medicinales
La importancia histórica de los baños radica en su función como centro de bienestar y por sus capacidades curativas. Las aguas, ricas en minerales, se mantienen con una temperatura de aproximadamente 21 grados durante todo el año y han utilizado para tratar varias afectaciones de la piel, como erupciones cutáneas y dermatitis. Su popularidad entre los bañistas ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiéndolos en un punto de referencia en el paisaje cultural de Málaga. Las termas se encuentran en el margen derecho del río Albarrán, que también es un entorno con mucha vegetación y en el cual desde 2016 hay una serie de piscinas naturales próximas a los baños. Actualmente, es uno de los destinos preferidos para los jubilados y pensionistas, que se sienten muy atraídos por la calidad de unas aguas ricas en azufre.
El acceso es libre y gratuito, todo y que, el Ayuntamiento de Casares ha puesto en marcha una serie de medidas para conservar el patrimonio. El consistorio ha establecido una limitación del aforo a 24 personas, por lo tanto, es necesario hacer una reserva a las horas punta, establecidas desde las 12:00 hasta las 19:00 horas, del 2 de julio al 9 de septiembre. La reserva es de máximo 1 hora para disfrutar de las termas. Para llegar hasta los baños de la Hedionda se puede utilizar tanto el autobús como el coche. Desde Málaga, el viaje hasta los baños es de 1 hora y 20 minutos aproximadamente por la AP-7, que incluye viajes. En cambio, si salimos desde Cádiz, el trayecto durará 1 hora y 30 minutos por la A-381, donde también hay peajes.