Hay una ciudad muy cerca de Barcelona que está en boca de todo el mundo y ha superado en interés en otros de renombre como El Barcarès o Ceret. Además, es un destino señalado en estas fechas navideñas en las cuales nos encontramos, ya que se caracteriza por sus famosos mercados de Navidad, tan famosos entre la población catalana.
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La ciudad de moda esta Navidad
Estamos hablando de Narbona, la ciudad estrella de estas fiestas ubicadas en la región de Occitania, en la Catalunya Nord. Este destino es el escogido para muchas parejas y familias para visitar sus calles llenas de historia y disfrutar de su aroma medieval único. Desde Barcelona, Narbona se encuentra a una distancia de tres horas y media, aunque tenemos otras opciones si queremos ahorrar tiempo de viaje, como coger el tren de larga distancia que nos deja en dos horas en la ciudad francesa.
Tal como hemos dicho, esta ubicación es una opción perfecta para pasar las fiestas de Navidad gracias a todos los mercados y parques de atracciones navideños. Concretamente, en Narbona se encuentra uno de los mercados de Navidad más famosos de Europa, el Village de Noël de Le Bercarés. Esta es una feria que se instala en Narbona con atracciones de todo tipo: montañas rusas, trenes y pasajes de Navidad. Aunque no tiene las dimensiones del mítico Village de Le Barcarés, es igual de disfrutable y no encontraréis a tanta gente como en la otra feria multitudinaria.
Un mercado que esconde un restaurante único
Narbona no ofrece solo planes navideños, ya que es una ciudad muy cultural con ubicaciones muy interesantes como el mercado cubierto de Les Halles. Este mercado de estilo Baltard es muy estético arquitectónicamente y es una gran opción para empezar a visitar la ciudad francesa en profundidad. Una vez dentro del mercado encontramos productos de la tierra, dulces locales, quesos, mariscos o embutidos en la Catalunya Nord.
El mercado también es muy conocido por un pequeño restaurante que se encuentra dentro y en el que tendréis que reservar con mucha antelación si queréis disfrutar de su comida, ya que hay lista de espera, hablamos de Chez Bebelle. Una de las características de este local es que todo gira en torno a un exjugador de rugby, Gilles Belzons, que con un megáfono pide los alimentos que necesita a los carniceros de los cuales está rodeado. El 'show' no acaba aquí, ya que los mismos trabajadores le tiran los productos que ha pedido empaquetados y este los recepciona y los cocina 'in situ'. Sin duda, puede ser una gran aventura visitar el Chez Bebelle y poder decir que habéis visto su espectáculo culinario.