Un pequeño pueblo medieval, incluido a la lista de los 100 pueblos más bonitos de Francia, a solo 20 minutos de Perpinyà. Hablamos de Castellnou dels Aspres, uno de los secretos mejor escondidos de la Catalunya Nord.
Castelnou está construido encima de un turonet, en los pies de un castillo que da nombre al pueblo. Las primeras referencias históricas del lugar se remontan a finales del siglo X y sus habitantes, los vizcondes de Castelnou, fueron durante buena parte de la edad media una de las familias más importantes de la región.
📅 ¿Qué hacer este fin de semana en Barcelona?
🧘♂️ Este templo budista parece de Tailandia, pero está cerca de Barcelona. ¡No te lo pierdas!
Hoy, en Castelnou a duras penas viven unas 400 personas, pero el pueblo no ha perdido buena parte de su encanto medieval y pasear por sus calles, estrechos y empedrados, llenos de escaleras, es como hacer un pequeño viaje en el tiempo. Los coches no pueden circular, pero hay un parking gratuito en la entrada del pueblo. Las casas están restauradas con gusto y algunas de ellas acogen artistas y artesanos que han encontrado en Castelnou su lugar de tranquilidad e inspiración.
¿Qué ver en Castellnou dels Aspres?
Castillo de Castelnou
En lo alto del pueblo está el Castillo de Castelnou. Fue durante años la capital administrativa y militar del condado del Vallespir, una fortificación impresionante, hoy bastante restaurada, pero que mantiene las dimensiones y el encanto de un pasado glorioso. Sin embargo, fue asaltado varias veces, sobre todo en la época de las luchas entre los reyes de Mallorca y Aragón entre 1285 y en 1295.
De hecho, el castillo quedó deshabitado al siglo XVIII y muchas de las piedras del edificio y las murallas se utilizaron para construir las casas de Castelnou. En 1981 un incendio causar graves desperfectos en los restos del castillo y se empezó un trabajo por rehabilitarlo y lo abrió al público que culminó en 1990.
El castillo está abierto cada día de 11.00 h a 17.00 h en invierno y de 10.00 h a 19.00 h en verano. Solo cierra el mes de enero. Se puede visitar por libre el castillo restaurado y pasear por los jardines o apuntarse a una de las visitas guiadas. Durante el verano también se hacen espectáculos para acercar la época medieval a los más pequeños. En la entrada también hay una pequeña caseta donde se pueden comprar los vinos que se elaboran con las uvas de las viñas del castillo.
La Tour de Castelnou
Una antigua torre del siglo XIII situada en el noroeste del pueblo, también conocida como La Torre de Roc de Mallorca, te permitirá disfrutar de unas vistas excepcionales de la zona. Construida de una sola planta, esta torre de vigía se hacía servir para vigilar la zona de posibles enemigos que podían tomar posiciones por la zona si no eran vistos a tiempo, además de ser la única manera de comunicarse rápidamente con la península Ibérica mediante señales de fuego.
Bolas de catapulta y 'Cairous Peints'
Paseando por el pueblo encontrarás en diferentes lugares bolas de piedra redondas, antiguas bolas que se lanzaban desde las catapultas. Estas fechan de los asedios que hicieron los reyes de Mallorca a este pueblo el año 1286 y en 1314.
También podrás observar unas piedras rojas, 'Cairous Peints' pintadas con símbolos blancos hechos de cal en diferentes casas residenciales. Estos símbolos pretendían proteger a la gente de la mala suerte, enfermedades y otros males que les pudieran afectar, tradición popularizada el siglo XVIII que se cree que proviene de la isla de Mallorca.
La iglesia de Santa María del Mercadal
Ligeramente apartada del pueblo, 100 metros, la iglesia de Santa María del Mercadal es una construcción que fecha del siglo XIII de estilo románico tardío. El nombre de mercado le viene dado porque, antiguamente, en el lado de la iglesia, se celebraba el mercado del pueblo que abastecía en diferentes pueblos de la región por su situación estratégica entre las comarcas de Vallespir, el Conflent y el Rosellón. El año 1927 esta iglesia fue declarada monunento histórico de Francia.
Degusta su gastronomía
En Castellnou dels Aspres son productores de diferentes delicias gastronómicas. Quesos de cabra u oveja, acompañados de un buen vino o un buen chorro de aceite de oliva, son algunas de las especialidades del pueblo, además de los caracoles. Podrás visitar varias explotaciones donde los mismos productores te explican cómo elaboran sus productos mientras haces una cata de sus creaciones.