España, muy rica en patrimonio cultural, destaca por sus numerosos castillos dispersos por su geografía. Hay más de 10.000 castillos en todo el territorio, especialmente prolífico en fortalezas en Castilla, Aragón o Andalucía. La prestigiosa revista internacional de viajes 'National Geographic' ha elaborado una lista de los castillos más bonitos de Europa y se ha fijado en el patrimonio español, al cual ha otorgado un papel prominente en su ranking. Te explicamos cuál es.

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El alcázar de Segovia, patrimonio de la humanidad desde 1985, ha sido escogido el castillo más bonito de Europa. En uno de sus reportajes sobre castillos, la revista destaca de la fortaleza segoviana su torre del homenaje, sus cúpulas en forma de cono y su "inconfundible silueta", una maravillosa planta que inspiró la leyenda del cine Orson Welles por sus "Campanadas a medianoche" (1965) y a Disney para el diseño del castillo de "Blancanieves y los siete enanitos" (1935), la primera película de animación de la historia. La prestigiosa revista también celebra el centro histórico de la ciudad castellana, "lleno de alicientes artísticos y gastronómicos".

Construido en el siglo XII como palacio y fortaleza de los reyes de Castilla, es ahora uno de los monumentos más conocidos y famosos de España. Está edificado con un conjunto de estilos arquitectónicos, con adiciones posteriores. Fue suyo de numerosos episodios de la historia de España y Europa, como la firma del acuerdo entre Isabel I de Castilla y Fernando II del Aragón como base para la unificación de reinos, así como los suyos solamente fueron pisados por Cristóbal Colón. Por su importancia, en 1985 fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

La Casa de Austria ya prácticamente no utilizaría el alcázar de Segovia, y a partir del siglo XVII y durante un par de siglos ocurrió una prisión. En 1762, Carlos III fundó allí el Real Colegio de Artillería y allí después se inaugurará un laboratorio de química en el cual trabajó el químico francés Louis Proust. En 1862 un incendio destruyó los techos de algunas salas nobles, que fueron reconstruidas después de manera fiel al modelo original. En 1931 el alcázar fue declarado monumento artístico como patrimonio de España