El Castell de la Suda, conocido también como Castell del Rei, es un vestigio de la rica historia de Lleida, una ciudad con pasado andalusí. Situado en la colina de La Seu Vella, detrás de la antigua catedral de Lleida, esta fortaleza ha sido testigo de numerosos eventos históricos desde su construcción en el siglo IX. 

🪨 Descubre el curioso y pintoresco pueblo que fue aplastado por las rocas
 

🥾 La bonita excursión hasta un salto de agua que puedes realizar en transporte público desde Barcelona
 

Historia del Castell de la Suda

Los orígenes del Castillo de la Suda se remontan al año 882, durante la ocupación sarracena de Lleida, conocida en ese entonces como Medina Larida. Los árabes construyeron esta fortaleza para aprovechar su ubicación estratégica, desde la cual se podía dominar una vasta extensión de territorio que abarca desde los macizos pirenaicos de Monte Perdido y Cotiella hasta las montañas de Prades y Montsant. Este emplazamiento no solo proporcionaba una excelente posición defensiva, sino que también permitía controlar el llano de Lleida, una región de gran importancia estratégica. Entre 1031 y 1036, el castillo sirvió de refugio a Hisham III, el último califa de Córdoba.

La conquista cristiana marcó un nuevo capítulo en la historia del Castillo de la Suda. En 1150, este castillo fue el escenario del enlace matrimonial entre Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe de los aragoneses, y Petronila de Aragón, hija del rey Ramiro II de Aragón. Este matrimonio fue fundamental para la unión del reino de Aragón con el Condado de Barcelona, dando lugar a la formación de la Corona de Aragón.

Otro evento significativo tuvo lugar en 1214, cuando los nobles catalanes y aragoneses juraron fidelidad al infante Jaume, que más tarde se convertiría en el rey Jaume I el Conquistador. Este hecho consolidó aún más la importancia del castillo como centro político y militar.

La Guerra de Sucesión (1707) trajo consigo una transformación significativa para el Castillo de la Suda. Felipe V ordenó convertir la colina en un fortín militar, y la Suda fue destinada a polvorín. La destrucción continuó con la voladura en 1812 durante la Guerra de la Independencia, que destruyó la capilla real y la galería porticada del lado norte. Otra explosión durante la Guerra Civil de 1936 arruinó la fachada oeste, incluida la puerta principal.

Hoy en día, solo se conserva una quinta parte del castillo original. Entre las ruinas que permanecen, destacan el pozo central y la galería meridional o sala noble, que cuenta con ojivas góticas. Esta sala ha sido recientemente consolidada y rehabilitada, y se ha instalado un centro de interpretación del Turó de la Seu Vella.

Visita al Castillo de la Suda

El Castillo de la Suda, situado en la parte más alta de la colina, es conocido popularmente como "La Suda", un término árabe que significa área urbana cerrada. Este nombre refleja su origen andalusí y la fortaleza construida en el siglo IX. Sin embargo, también hace referencia al barrio noble que se extendía por la colina en épocas posteriores. Durante su época de mayor esplendor, el Castillo de la Suda llegó a ser la residencia de los condes de Barcelona en Lleida.

Con una planta rectangular, diversas dependencias alrededor de un patio central, un mirador porticado en el lado norte y una capilla real en el lado este, el castillo reflejaba la arquitectura militar y civil de la época. Jaume I ordenó sustituir los artesonados de madera por bóvedas de crucería, una muestra de la evolución arquitectónica del castillo.

Debido a los numerosos conflictos bélicos, el castillo ha sufrido graves daños a lo largo del tiempo. La Guerra de la Independencia y la Guerra Civil española dejaron sus huellas en la estructura, destruyendo gran parte de sus estancias y la capilla real. A pesar de ello, los esfuerzos de conservación y rehabilitación han permitido mantener y restaurar partes significativas de la fortaleza.