Uno de los momentos más odiados a la hora de hacer las tareas de casa es sin duda el de ordenar y limpiar nuestras habitaciones, comedor o sala de estar. Por este motivo te enseñaremos a dejar atrás unas costumbres que te ralentizan a la hora de ordenar tu hogar.  

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Los hábitos que hacen que seas desordenado en casa

  • Deja de guardar cosas por si acaso: quizás eres de aquellas personas que consideran que todo es importante y no tiran nunca nada. Error muy grande, porque después lo notas siempre a la hora de arreglar la casa. De hecho, está demostrado que lo que guardamos por si acaso normalmente no lo utilicemos casi nunca. Para cambiar este mal hábito, podrías semanalmente analizar todos los productos que necesitas y los que no, y hacer limpieza en este aspecto.
  • Entrar en casa con los zapatos puestos: esto hay que decir que es muy habitual entre todos nosotros, pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en toda la suciedad que dejamos entrar en casa si entramos con los zapatos puestos? Para no ensuciar más el suelo, te recomendamos que intentes adoptar la costumbre de ponerte siempre zapatillas de estar por casa o calcetines.
  • No hacer la cama: aunque debes de haber oído a mucha gente decir que es una tontería hacer la cama para volver a deshacerla por la noche, la realidad es que una cama hecha da una sensación de orden en tu habitación. Si incorpora este hábito solo levantarte por la mañana, notarás cómo eres mucho más productivo durante el día.
  • No ventilar la casa: puede parecer un tema menor, pero ventilar la habitación es muy importante para evitar los malos olores y la humedad en tu hogar. Si lo haces cada día durante al menos 10 minutos, notarás seguro que la casa huele mucho mejor que de costumbre y también evitarás el moho, que puede causar muchos tipos de alergia.
  • Dejar para mañana lo que puedes hacer hoy: no descubrimos América si te decimos que no es buena idea dejar acumuladas tareas para el día siguiente si las puedes hacer hoy mismo. Por ejemplo, si tienes que lavar los platos, está claro que si lo haces al acabar de comer tendrás mucho menos trabajo que si decides ser perezoso y dejar el trabajo para el día siguiente.
  • No tener un espacio para cada utensilio: el mejor aliado del desorden es no tener distribuidos en casa los espacios para cada cosa que utilizas. Si empiezas a corregir esto y organizas tus utensilios pensando dónde guardarlos siempre, notarás mucho cómo recortas horas a la hora de ordenar.