La guerra a los mosquitos está a punto de empezar en casi todas las casas. La calurosa primavera ya ha adelantado algunas picaduras de las avanzadillas, y con la llegada del verano van a atacar con todas sus fuerzas. ¡Es hora de preparar las defensas! Pero, ¿cómo acabar con los mosquitos en casa de forma eficaz? Veamos algunas claves.
🌱 Cómo tratar el pulgón de las plantas: 5 remedios caseros
Mantente siempre alerta: están en cualquier parte
Los mosquitos son una plaga que azota todos los continentes, excepto la Antártida, y es, de hecho, uno de los animales más letales. Se calcula que cada año los mosquitos son los responsables de unas 725.000 muertes, muy por encima del segundo animal más letal, la serpiente, con 50.000 muertes al año o 10 los tiburones. Son, por lo tanto, un molesto insecto que se relaciona con algunas enfermedades que pueden provocar, nos hace los veranos cada vez más complicados.
La clave de su éxito es su discreción. A diferencia de las moscas, que se las oye, se las ve, y las notas posándose y molestando, los mosquitos apenas los oyes, apenas los ves, y apenas los notas. Así que pueden agazaparse en cualquier parte y esperar a cogerte desprevenido para chuparte la sangre: la cama, el coche, la calle, el trabajo, el ascensor...
Esto significa que un 100% de protección es imposible. En algún momento, algún mosquito te va a picar. Nuestro objetivo es reducir las ocasiones tanto como sea posible. Y para ello tenemos toda una batería de medidas.
Los distintos sistemas para acabar con los mosquitos en casa
Un reciente estudio publicado en la revista iScience ha dado con algunos datos relevantes sobre los olores que atraen y repelen a los mosquitos. Los olores florales (salvo algunas excepciones) son de los que más le gustan, se sienten atraídos hacia estos aromas que forman parte de casi todos los champús, geles de baño o colonias.
Las características de la sangre de cada uno, y el olor que desprendemos, también puede convertirnos en un objetivo más o menos apetecible. Pero podemos frenar sus avances con los siguientes métodos:
Destrucción de criaderos
El ataque preventivo está plenamente justificado en el caso de los mosquitos. Evita el nacimiento de miles de ellos eliminando los criaderos que las lluvias puedan dejar cerca de tu hogar: política de 0 charcas. Platos de maceta, maceteros sin drenaje, esquinas desniveladas, huequillos, conducciones de lluvia... cualquier sitio donde se pueda hacer un charquito que dure más de una semana es una fuente susceptible de generar mosquitos. Evítalo como sea.
Aromas para expulsarlos
Si algunos olores les atraen, otros los repelen. Por un lado, existe toda una colección de plantas repelentes de mosquitos, cuyos olores les resultan desagradables, y puedes plantar en macetas o en tu jardín para generar barreras y un ecosistema hostil en general.
El aroma de coco tampoco parece enamorarles, así que echarte productos con ese perfume, o perfumar el ambiente con ello, contribuirá a enviarlos en otra dirección.
El vinagre es otro de los elementos que parece que les molesta, podemos prepararnos para la llegada de los mosquitos colocando unos vasitos con este ingrediente en las entradas o salidas de casa. Es una alternativa a las conocidas velas antimosquitos.
Si necesitas sacar la artillería pesada olfativa, aún puedes probar otras dos cosas:
- Un limón partido por la mitad y con cinco o seis clavos de olor clavados. Cítrico premium, más repelente imposible. Ponlo con un platito en puertas o ventanas y te hará de barrera.
- Pimienta negra. Suena rarísimo, pero uno de los compuestos de la pimienta, la acilpiperidina, es muy similar a otro compuesto que contiene el amoníaco y que repele a los mosquitos.
Ahumar a los invasores
A veces necesitas algo más que olores desagradables: necesitas cegar a esos invasores y expulsarles con métodos más expeditivos. Los inciensos cumplen esa función. En interiores, puedes quemar incienso en los accesos de la casa, ya que al abrir la puerta pueden entrar los mosquitos sin que nos demos cuenta. Poner un quemador de incienso puede eliminar estos molestos insectos o al menos, evitar que entren.
Y en exteriores, contamos con las famosas espirales de toda la vida. Están hechas de cartón empapado con pesticidas, y hay que tener cuidado con ellas porque algunas de las sustancias que liberan pueden ser perjudiciales para la salud. Pero, en combinación con las plantas repelentes, pueden ser de gran utilidad.
Que la naturaleza equilibre
Fomentar la biodiversidad siempre es buena idea. Los mosquitos tienen depredadores naturales: los pájaros, las arañas, y las salamanquesas, por ejemplo. Tres depredadores que nos interesaría tener viviendo en nuestra terraza o jardín, para que se los vayan comiendo. Haz lo posible por atraer a los que puedas (como los pájaros) y preservar a los que ya tengas.
Las mosquiteras que faltan
Algo obvio: contra los mosquitos van bien las mosquiteras, que por algo se llaman así. Pero, ¿cuántos lugares de tu casa tienen acceso abierto al exterior y no tienen mosquitera? Seguro que más de uno. Al final, no lo cubrimos "todo", y los mosquitos siguen entrando. Cierra esas puertas de acceso lo antes posible.
Tiéndeles una trampa
La última de las formas de cómo acabar con los mosquitos en casa es tendiéndoles una trampa. Para la que te vamos a explicar solo necesitas una botella y algunos ingredientes que seguramente tenemos en casa. Crearemos una trampa que acabará con un buen número de mosquitos y que podemos colocar en sitios estratégicos.
Materiales:
-
200 mililitros de agua
-
1 gramo de levadura
-
50 gramos de azúcar
-
1 botella
Elaboración:
-
Cortamos la botella de plástico por la mitad.
-
Calentamos el agua con el azúcar para que se disuelva perfectamente.
-
Cuando se haya enfriado el agua, añadimos la levadura.
-
Ponemos la mezcla en la botella con la ayuda de un embudo y tapamos la parte baja con una tela de color negro.
Puedes colocar esta trampa en los lugares de paso en los que haya más mosquitos y puedas cazar más de estos insectos.
Con toda esta batería de medidas debería ser suficiente para pasar el verano relativamente a salvo de picadas. Pero recuerda, ¡mantén la guardia bien alta, que siempre puede haber alguno que se esconda y quiera picarte por sorpresa!