Nuestras joyas son demasiado valiosas como para permitir que se estropeen. Ya no es el valor material, que también, sino el valor emocional. Queremos que luzcan bien, que no se pongan feas, ni tengan arañazos, ni se estropeen las piedras. Que baste con limpiarlas muy de vez en cuando y ya. Pero el cuidado de las joyas es vital saber guardarlas bien.

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Aunque no lo percibamos, la humedad de estar en contacto con nuestra piel, y con los productos que tocamos durante el día (grasas, corrosivos), o los gases de los coches y la contaminación ambiental, todo ello incide directamente en nuestras joyas. Si, además, las guardamos mal, dejándolas expuestas, o mal ordenadas, perderán su brillo y se irán poniendo feas a mayor velocidad, y no porque sean de mala calidad. Veamos algunos de los errores que debes evitar en el cuidado de tus joyas.

Errores en el cuidado de joyas, como guardarlas para que no se estropeen

Antes de aprender a guardar correctamente nuestras joyas, debemos dejar atrás la forma de hacerlo mal. Dales el valor que se merecen y no las dejes tiradas en cualquier rincón de tu casa. El hecho de que a la hora de recibir tus joyas te lleguen dentro de una caja y con unos elementos de protección, no es casualidad. Estas cajas nos indican cómo deberíamos guardarlas siempre, aunque por falta de espacio puede ser complicado.

Guardas todas las joyas juntas o directamente en un montón en una bandeja de la entrada de casa no es una opción viable si quieres lucir joyas durante años y años. Corren el riesgo de deteriorarse hasta tal punto que podrían hasta romperse si no prestas un poco de atención a su cuidado.

No vale cualquier joyero para guardar tus joyas

Puede que esa caja de madera labrada que compraste en un mercadillo te encante como joyero, o quizá ese cilindro de cerámica que te han hecho tus hijas con todo su amor… pero nada de todo esto es adecuado para guardar las joyas. Debes tener en cuenta 3 aislamientos:

  • Debes aislarlas de la luz.
  • Debes aislarlas de la humedad.
  • Debes aislarlas del rozamiento y el choque.

Por lo tanto, un joyero ideal debe:

  • Ser cerrado, bien con tapa, bien con cajoncitos… sea como sea, que las joyas queden a oscuras.
  • Estar forrado de terciopelo, lo cual aísla del exterior y evita golpes y arañazos.
  • A ser posible debe tener compartimentos, donde al menos puedas aislar algunas de las piezas más delicadas o valiosas. Lo ideal es cuando los anillos pueden quedar sujetos de forma individual, por ejemplo.

Donde guardar el joyero

El joyero, además, debe guardarse en un lugar adecuado, en el dormitorio, por ejemplo, pero nunca en el baño, pues las condiciones de humedad y temperatura sin duda afectarán a las joyas.

Limpia las joyas antes de guardarlas

Sudor, perfume, maquillaje, alimentos, grasa, alcohol, humo… nuestras joyas reciben un montón de moléculas extrañas mientras las estamos usando, y si luego las guardamos sin limpiar, toda esa porquería queda encima de la joya, con riesgo de deterioro de la misma (por ejemplo, de reacción química del metal o algún componente).

Limpiarlas, ni que sea con un pañito, es una manera de guardarlas mejor y mantenerlas en buenas condiciones más tiempo, que es clave en el cuidado de joyas. O sea que ya sabes: busca el sitio adecuado, busca el joyero adecuado con su relleno y sus compartimentos, ¡y guarda tus joyas para que te duren siempre!