El arte del bonsái nació en China hace un par de milenios, y desde entonces no ha dejado de fascinarnos la posibilidad de cultivar árboles y arbustos en macetas y bandejas, y mantenerlos de pequeño tamaño, miniaturizados. Pero este resultado, ese árbol de tamaño muy inferior a lo normal que llamamos bonsái, no es fruto de la genética, sino de un cuidado meticuloso y una serie de técnicas de poda y trasplante, entre otros cuidados. Si estás encima de ellos, pueden vivir tanto como cualquier árbol de la misma especie en condiciones normales. Si no, morirán antes de darte cuenta. Si quieres evitarlo, debes saber cómo cuidar un bonsái... y lo primero es no cometer los errores más comunes y fatales.

Si quieres iniciarte en este arte, o te han regalado un bonsái y vas un poco perdido/a, comienza evitando las situaciones que te indicamos a continuación.

Evita estos 6 errores y aprende cómo cuidar un bonsái

Error nº 1: No preocuparse por la especie

A veces, el hecho de llamar bonsái a la técnica y, por extensión, a todos los árboles hechos bonsái, hace pensar a algunas personas que todos los bonsáis vienen a ser lo mismo, solo que con diferentes formas y colores. Y este error es mortal.

Los bonsáis son árboles o arbustos normales y corrientes. Y no todos los árboles viven en el mismo ambiente, ¿verdad? Los abetos y las palmeras no suelen compartir espacio, ni reciben igual el frío y el calor, ni requieren el mismo suelo. Por tanto, lo primero de todo es saber qué especie tienes o quieres tener, y qué condiciones de suelo, temperatura y cuidados necesita.

Error nº 2: Pifiarla con el sustrato

Cultivar un árbol en una maceta implica disponer de un espacio mínimo, que requerirá un cuidado optimizado. En consecuencia, no te va a servir cualquier sustrato. No puedes coger el primer saco de tierra para macetas que veas en el supermercado. Dependiendo de la especie serán mejores unas mezclas u otras, pero básicamente serán sustratos granulares de origen volcánico, tipo akadamakiriu y similares. Que son estupendos porque aportan nutrientes y permiten un drenaje perfecto, que es lo que necesitan los bonsáis. Porque si no, caes en el error nº 3.

Error nº 3: Regar demasiado

¿Cada cuánto hay que regar un bonsái? Depende de la especie (otra vez), de la época del año... pero, sea como sea, una de las principales causas de muerte de bonsái es porque los han regado demasiado y el suelo ha quedado encharcado.

Si se encharca el sustrato, las raíces se asfixiarán y pueden pudrirse, y tu bonsái estará condenado. Por tanto, necesitas sustratos que drenen genial (lo que explicábamos arriba) y sobre todo macetas o bandejas que permitan al agua salir. Ah, y riega con chorro muy suave y fino, o incluso por goteo, para que no se desplace el suelo.

Error nº 4: Regar demasiado poco o descuidar el bonsái

Algo que aprenderás sobre cómo cuidar un bonsai es que has de ser bastante constante, preciso, milimétrico. Se trata de un árbol, es decir, un ser vivo que tiende a crecer mucho. Pero lo tienes encerrado en una maceta de pequeñísimo tamaño. Y del mismo modo que puede encharcarse, ese sustrato puede secarse a gran velocidad. 

El riego adecuado es una de las claves de como cuidar un bonsái. Imagen: ArthurHidden.

No es tan grave como el caso contrario, porque si ves que las hojas se ponen lacias y se van secando, podrás humedecerlo con espray, con riegos consecutivos, o incluso por inmersión. Pero vas a someterle a un estrés innecesario.

Esto es importante si te vas de vacaciones, porque puedes encontrártelo muerto cuando llegues. ¡Que alguien te lo cuide siguiendo instrucciones precisas!

Error nº 5: Abonado milimétrico

Otra causa habitual de muerte de bonsáis: demasiado abono, o demasiado poco. No vamos a decirte que uses abonos químicos u orgánicos, haz lo que quieras, simplemente asegúrate de cuál es tu especie, cuánto abono requiere, y cómo encaja eso con el sustrato que le pusiste. De hecho, esto está ligado con el trasplante, una de las técnicas básicas de cómo cuidar un bonsái. 

Error nº 6: Poca luz solar

Finalizamos con el peor de los errores, otro de los más comunes junto con el de regar en exceso. Recuerda: no son objetos, no son cosas. Da igual si queda genial en el pasillo: se trata de un árbol, un ser vivo que necesita luz. Mucha luz. Lo ideal es tenerlos en el exterior (siempre protegidos de corrientes de aire), pero si quieres tenerlo dentro, dale mucha luz. Pero mucha. Junto a una ventana mucho mejor que en el centro de la habitación.

Para llegar a buen puerto con tu bonsái vas a necesitar aprender mucho más sobre técnicas y cuidados, pero si logras mantener siempre controlados estos 6 errores habituales, habrás dado tus primeros pasos para saber cómo cuidar un bonsái de forma efectiva.