Ver asomar las caritas anaranjadas de las calabazas en tu jardín es un espectáculo que despierta la ilusión de cultivar tus propios alimentos. No hay nada como cultivar calabazas y presenciar el crecimiento de estas hortalizas vibrantes y jugosas, que pueden convertirse en el ingrediente estrella de deliciosas recetas o en divertidas decoraciones para Halloween en el próximo otoño. 

🎃 La calabaza, más allá de Halloween

🍴 Recetas con calabaza de ElNacional.cat

¿Quieres aprender cómo cultivar calabaza paso a paso con éxito?

Sigue estos consejos y conseguirás una cosecha abundante de calabazas que inundará tu jardín de color, y tu mesa de sabor (y que además podrás aprovechar para otras cosas gracias a sus propiedades).

Cómo cultivar calabaza: todos los pasos

Cuándo hacer la siembra

Es importante tener en cuenta que mayo es el mes ideal para sembrar calabazas. En las zonas más templadas o frías, conviene hacerlo en semillero, y con invernadero si no pasamos de los 12 °C. Los que viven en zonas más cálidas pueden dejar los semilleros al aire libre, o sembrar directamente en su lugar definitivo, hasta finales de mayo

Ten presente, eso sí, que las calabazas requieren de mucho espacio en el huerto, el marco de plantación es de 1 x 2 metros, es decir, un metro entre hileras, y unos dos metros entre cada planta.

Nosotros no recomendamos plantar calabaza en macetas, ya que es difícil sacarle rendimiento por sus necesidades de espacio. Pero, si estás decidido, asegúrate de buscar contenedor bien grande, mínimo de 40x40 centímetros y 60 litros de capacidad o más.

La elección de las semillas

Para comenzar, necesitarás semillas de calabaza. Puedes conseguir semillas en tiendas especializadas en jardinería o incluso guardar las semillas de una calabaza madura que hayas disfrutado antes. Es importante elegir la variedad adecuada de calabaza para tu jardín y el espacio disponible. 

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La siembra: una de las claves de cómo cultivar calabazas con éxito. Imagen: Valeriy Goncharuk.

Las variedades de verano son las que tardan menos en generar frutos, en torno a un par de meses. Las Zucchini son de las más utilizadas por su sencillez de cultivo y su abundante cosecha, pero hay otras como las Scallop, más redondeadas, o las Straight-neck con forma de berenjena y también de cosecha numerosa. Si usas maceta, las variedades de verano son las ideales.

Las variedades de invierno tardan un mínimo de tres meses en comenzar a madurar frutos para que sean comestibles. La Buttercup es para jardines grandes, ya que es de enredadera y se extiende que da gusto. La Acorn o bellota, y la Hubbard son otras buenas opciones por su conservación tras la cosecha.

Preparación del suelo

Hora de preparar el suelo. Las calabazas necesitan suelos bien drenados y ricos en nutrientes. Enriquécelo con compost orgánico o estiércol antes de plantar. Es recomendable hacer una prueba de pH del suelo para asegurarte de que esté en el rango óptimo para el cultivo de calabazas, que se sitúa entre 6 y 7.

Hidrata las semillas y espera que echen raíces

Si quieres mejorar las posibilidades de éxito de cada planta, prueba este truco en vez de sembrar directamente las semillas.

Coloca las semillas en un vaso con un poco de agua durante al menos una hora. Esto ayudará a hidratarlas y a prepararlas para la germinación. Después de este tiempo, retira las semillas del agua y colócalas sobre una servilleta humedecida, que previamente habrás colocado sobre un trozo de papel de aluminio. El papel de aluminio ayudará a mantener la humedad y la oscuridad necesarias para la germinación.

Una vez que hayas preparado el ambiente adecuado, las semillas germinarán en tres días. Al abrir el papel de aluminio, podrás ver cómo han desarrollado raíces. Es el momento de trasplantar esas plántulas al jardín.

Entierra las plántulas

Realiza agujeros en el suelo con un bolígrafo a una profundidad suficiente para enterrar las plántulas. Deja un poco de la raíz fuera y coloca las plántulas en los agujeros. Luego cúbrelas con tierra. Recuerda dejar un metro de espacio entre las plantas para que puedan crecer bien. Aprieta ligeramente la tierra alrededor de las plántulas para procurar una buena conexión con el suelo.

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Flores de calabaza. Imagen: Fotology75.

Cuidados

Las calabazas requieren al menos seis horas de sol. El suelo debe mantenerse húmedo, pero sin encharcamiento, ya que esto puede dañar las raíces. Riega con regularidad, sobre todo durante los períodos de crecimiento y fructificación. Pero evita regar las hojas o aumentarás el riesgo de enfermedades fúngicas.

Es importante controlar las malezas y los insectos no deseados. 

A medida que la planta madura, irán apareciendo las flores, y luego los frutos que verás aumentar de tamaño y cambiar de color. Suelen estar listas para cosechar cuando adquieren un color profundo y el tallo se seca y se vuelve leñoso (aunque debes cerciorarte de las condiciones de cada variedad). Usa tijeras de podar para cortar las calabazas del tallo principal y deja un trozo del tallo para prolongar su vida útil.

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Cómo cosechar calabaza para que siga dando frutos. Imagen: Gerain0812.

Asociaciones favorables para las calabazas

Ya sabes que algunos cultivos se llevan mal con otros, y, en cambio, otras asociaciones pueden ser superbeneficiosas para nuestro huerto por el reparto de nutrientes o el alejamiento de plagas, entre otros motivos. En el caso de la calabaza, se lleva fenomenal con las lechugas, las acelgas, los tomates, la col, y las judías, así como con el maíz.

Ahora ya sabes cómo cultivar calabazas con éxito. También puedes utilizar técnicas de polinización manual para asegurar una mayor cantidad de frutos. Simplemente, toma un pincel y transfiere el polen de una flor masculina a una flor femenina. Con un poco de cuidado y paciencia, podrás disfrutar de tus deliciosas calabazas caseras.