Facturas antiguas, kilos y kilos de catálogos de publicidad, revistas viejas, los apuntes de las oposiciones, cartas del banco. ¡Esa montaña enorme de papel que ronda por tu casa se merece una segunda vida más allá del cubo de reciclaje! Fabricar papel reciclado en casa es una manualidad muy relajante, ecológica y divertida. Si no pudiste entretener a los preadolescentes y adolescentes de la casa con la plastilina casera que te enseñamos a hacer, esta es una buena oportunidad para realizar juntos una manualidad que cuide del planeta. Así tendrán más conciencia sobre el papel que gastan en el instituto. ¡Vamos allá!

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Recicla papel en casa en solo 6 pasos

En cada vuelta al cole se talan millones de árboles para fabricar miles de cuadernos. ¿Cuántos árboles lleva tu hijo/a en la mochila? Es hora de ahorrar energía y agua, salvar árboles, generar menos residuos y reducir la contaminación ambiental. ¿Cómo? Reciclando papel en casa con estos pasos tan fáciles. Solo necesitarás papel que ya no uses, un barreño, agua, tela y un tamiz o bastidor.

1. Triturar

Si tienes mucho estrés del que librarte, te proponemos cortar el papel que vayas a reciclar con una tijera en pedacitos pequeños mientras escuchas música relajante de fondo de bosque. Y si tienes trituradora de papel, dale al turbo máximo. La idea es que los trozos sean diminutos, ¡como confeti reciclable!

2. ¡Al agua!

Dale un buen baño a los trocitos y mételos en un barreño lleno de agua. Deben quedar sumergidos y no flotando en la superficie. Procura que se empapen bien y escurre el sobrante. ¡El agua empezará a teñirse de un color oscuro! Dale más agua y déjalo reposar mientras te vas a ver un capítulo de una de las series más cachondas del verano.

3. Aclarado 

Después de su tiempo de remojo, cuela y enjuaga con agua limpia la mezcla un par de veces. Eso les dará un tono más claro y blanco a tu papel reciclado. 

4. ¡Batido de papel!

Es hora de darle caña a la licuadora. Añade tus trocitos de papel remojados y dale al botón de menor potencia y ve gradualmente aumentando la velocidad para evitar que se atasque. Licua hasta que tengas una papilla homogénea. 

5. Uso de tamiz o bastidor

Este es el momento más relajante. Extender la pasta como si fuera mantequilla sobre el tamiz o un marco con malla fina. Esparce aplastando bien y no descuides las esquinas. ¡Ya casi está!

6. Exprime

Usa una toalla para quitar el exceso de agua presionando mientras recuerdas los árboles que acabas de salvar. Luego, coloca tu hoja reciclada cerca de la ventana pero evita el sol directo si es verano pleno. Deja que se seque unas dos o tres horas.

Tus hojas recicladas están listas para escribir notas, dibujar o apuntar lo que se te pase por la cabeza. ¡Le has devuelto la vida a un montón de facturas y apuntes olvidados!

Acabas de iniciarte en el apasionante mundo del papel reciclado. Así que la próxima vez que veas una montaña de papel amenazándote en el escritorio, ¡recíclala! 

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