Entretener a los peques en vacaciones no siempre es fácil, ni cuando todavía tienen instalado en su software infantil los horarios escolares donde primero les tocaba esto y luego lo otro, ni cuando están ya descontrolados del todo. En verano, buscan divertirse a todas horas. Y tú solo quieres un respiro, ¿verdad? Si ya habéis vuelto de hacer juegos en la piscina, de jugar a las adivinanzas o de un día de playa superlargo, te proponemos hacer plastilina casera para tener a los peques entretenidos un buen rato mientras tú canjeas ese merecido descanso. No te preocupes, esta plasti no es tóxica.

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La plastilina casera que necesitas hacer este verano

¿Qué sale si mezclas harina, aceite, agua, sal y colorantes alimentarios? ¿Pan? ¿Bizcocho? No, plastilina casera.

Es tan fácil que se convertirá en una de las actividades obligadas del verano. La textura es muy suave y no faltará adulto que se sume a hacer figuritas. Te enseñamos paso a paso cómo hacer plastilina casera.

como hacer plastilina casera 2
Tranquiliza saber que si se meten un trocito en la boca no les va a pasar nada porque esta plastilina casera es natural y no tóxica. Imagen: Photodaria.

¿Qué ingredientes necesitas?

Para preparar la superplastilina libre de tóxicos, necesitarás

  • Harina de trigo o maicena (si hay peques celíacos)
  • Sal 
  • Aceite 
  • Agua
  • Colorantes alimentarios
  • Un bol grande
  • Una cucharita
  • Un vaso grande
  • ¡Muchas ganas de pasarlo en grande!

La base perfecta

Vierte un vaso completo de harina de trigo o maicena en el bol y agrega medio vaso de sal. La sal le dará esa textura muy moldeable, como las de las plasti de siempre.

Para darle suavidad, añade 4 cucharaditas de aceite de girasol, es menos denso que el de oliva. Y para terminar solo falta medio vaso de agua. La plastilina está a punto de cobrar vida.

Ahora viene la diversión: ¡a pringarse con alegría! Es mucho más fácil si lo amasas a mano, pero también puedes ayudarte con una cuchara. Échale paciencia mezclando hasta que no se pegue a los dedos.

Ponle color a la vida y a la plastilina casera

Una plastilina sin color no es plastilina. As que, divide la masa en pequeñas porciones y crea bolitas. Luego, agrega unas gotas de colorante alimentario de tu elección en el centro de cada bolita, es más fácil si le haces un agujero con el dedo.

Puedes producir colores mezclando los colores primarios de los colorantes. Y la clave es mezclar y mezclar hasta que quede uniforme. Si no quieres teñirte las manos, usa guantes en este proceso, pero ¿no habíamos venido a pringarnos?

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Ya está lista la plastilina casera, tan colorida y moldeable, esperando a convertirse en un caracol, un dragón o lo que se os ocurra. Reparte las porciones de plastilina y que empiece la diversión: animales, figuras, frutas… ¿Un unicornio mágico? ¿Un ovni? ¡No pongas límites a su creatividad!

Para que te dure más tiempo guarda la plastilina casera en film de plástico, así se mantendrá fresca y lista para un nuevo uso.

Esta actividad es muy divertida si se realiza en familia, desde la preparación hasta la creación de figuras. ¡Manos a la masa!