El perejil es una hierba aromática muy solicitada por sus propiedades antioxidantes y su sabor distintivo y fresco, y nos tiene cautivados desde hace siglos: en el Mediterráneo se ha usado desde tiempos de los antiguos griegos y romanos. Y lo mejor es que es muy fácil plantar perejil en casa, alegrará tus platos y tendrás una fuente de vitamina C fresquísima.

Guarda el bote de perejil seco para las emergencias, y olvídate de esos tristes ramilletes que te dan en el mercado y a los pocos días ya están pochos. Es hora de aprender cómo plantar perejil en casa para poder cortar un poco siempre que lo necesites.

Cuándo plantar el perejil en casa

El perejil es una planta bastante resistente y con un ciclo amplio, que podrás plantar entre los meses de febrero y septiembre tanto mediante semillas como mediante esquejes. En general, espera a que haya pasado el frío (dependiendo de dónde vivas tardará más o menos en irse), o comienza con un semillero en interior antes de sacarlo fuera.

¿Maceta o suelo?

Si dispones de jardín, puedes conseguir una enorme mata de perejil con bastante facilidad si le das la zona adecuada, pero esta planta aromática se puede cultivar perfectamente en macetas tanto para exterior como para interior.

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Plantar perejil en casa te permite tener a mano una fuente casi inagotable de sabor y vitamina C. Imagen: Anuta1988.

Plantar perejil en casa, paso a paso

Elección de las semillas

Para lograr un cultivo exitoso de perejil, lo primero es realizar una buena selección de semillas. Busca semillas frescas y de alta calidad en tiendas especializadas de jardinería o en páginas web de confianza para asegurarte la germinación y el correcto crecimiento.

Preparación del suelo

Tanto si irá directo sobre el suelo como si plantas en maceta, el sustrato debe estar enriquecido con compost orgánico o fertilizantes naturales para mejorar su calidad. El perejil vivirá mejor en suelos nutridos y bien drenados. Una mezcla de turba, fibra de coco y humus de lombriz funciona de miedo, y le puedes añadir perlita para mejorar el drenaje.

Siembra de las semillas

En primer lugar, es recomendable humedecer las semillas durante al menos 24 horas para estimular la germinación. A partir de aquí: 

  • Si eliges sembrar en el suelo, realiza surcos poco profundos con una separación de aproximadamente 15 centímetros entre ellos. Coloca las semillas con una distancia de 5 centímetros entre cada una y cúbrelas ligeramente con tierra.

  • Para sembrarlo en macetas, selecciona una lo suficientemente grande que favorezca el crecimiento. Llena las macetas con tierra de calidad y coloca las semillas en la superficie siguiendo la misma relación de distancia entre ellas, haz una ligera presión y cubre con una fina capa de tierra.

En ambos casos hay que regar luego con cuidado de no encharcar la tierra.

Si optas por trasplantar esquejes, simplemente haz el hueco, coloca las plantas con al menos 20 cm de distancia entre ellas, y cubre la base con tierra para sostener bien la planta, junto con el riesgo adecuado. En este caso es aún más interesante echar mantillo vegetal que cubra el suelo, evite la aparición de malas hierbas, y retenga la humedad.

Cuidado y mantenimiento

Una vez que has sembrado las semillas de perejil, es importante cuidarlas para asegurar un crecimiento saludable. Estas son algunas recomendaciones clave:

  1. Riego: El perejil requiere un riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo. Evita el exceso de agua, ya que puede afectar al desarrollo de las raíces. Riega de manera moderada, sobre todo en periodos secos.

  2. Iluminación: El perejil necesita zonas muy iluminadas, pero no más de 4 a 6 horas de luz directa al día, y no le conviene el sol directo. Por eso se adapta tan bien a macetas: lo pones en una ventana donde reciba la luz adecuada, el tiempo adecuado, y luego, a buen recaudo. Si cultivas en jardín, busca una zona algo más sombreada o donde el sol impacte menos.

  3. Fertilización: Consigue un crecimiento óptimo utilizando fertilizantes orgánicos cada 4 o 6 semanas.

  4. Control de malezas: Retira las malezas de forma regular y cuidadosa, evitando dañar las raíces del perejil. Así evitarás la competencia por nutrientes y espacio.

  5. Cosecha: El perejil se puede cosechar cuando las hojas alcancen un tamaño adecuado. Corta las hojas exteriores con tijeras, dejando las hojas internas para que la planta siga creciendo. Asegúrate de no eliminar más del tercio de las hojas en una sola cosecha.

  6. Tallo floral: cuando aparezca el tallo floral, es hora de decidir: o cosechas la planta entera, o dejas que broten nuevas semillas, y esa maceta o área de huerto será para el perejil una temporada más.

Siguiendo estos consejos, podrás plantar perejil en casa con éxito, y estaréis siempre abastecidos de esta útil hierba fresca en la despensa.

¡Anímate a cultivar perejil y disfruta de los beneficios de tenerlo siempre a mano!