Trabajar de cara al público no siempre es una tarea fácil. Atender centenares de personas en un día, la presión de las largas colas y las exigencias de los clientes (y de los jefes) pueden generar situaciones de estrés. De hecho, hay ciertas actitudes muy habituales en comercios que crispan los nervios a los dependientes. Desde La Tumbona de ElNacional.cat explicamos las cinco cosas que harán que los dependientes de una tienda te odien y que, si es posible, tendrías que evitar hacer.
😵💫 Las 10 cosas que el camarero del bar odia que hagas (y no eras consciente)
🤑 ¿En qué países es obligatorio dar propina (y en cuáles no es necesario)?
Entrar en el último minuto
Como cliente, calificamos de victoria llegar a la tienda un minuto antes de que cierre. "¿Estás a punto de cerrar?", "Uy, ¡he llegado a tiempo!", son algunas de las frases que los dependientes odian. Cuando ellos están a punto de bajar la persiana, aparece aquel cliente que apura hasta el último momento para ir a hacer la compra y les arruina salir puntuales del trabajo. Ponte en la situación: estás terminando el trabajo para ir a casa después de una larga jornada laboral, y de repente alguien te para y te entretiene hasta el último momento... Seguro que preferirías evitar este escenario, ¡y lo mismo les pasa a los dependientes!
Enseñar fotos para que acierten la talla
Seguro que alguna vez has ido a comprar ropa para otra persona (sea un favor o un regalo) y no sabes exactamente qué talla de pantalones, zapatos o camiseta usa. Olvídate de la opción de enseñar una fotografía: ¡los dependientes no pueden medir a las personas a través de una pantalla!
Faltas de respeto: tratar a los dependientes como asistentes personales
Evidentemente, en esta lista de cosas que harán que los dependientes de una tienda te odien no nos podíamos olvidar de las faltas de respeto más habituales. Trabajar en una tienda significa tener que interactuar con los clientes, y todo lo que eso puede suponer. Desde exigencias para encontrar un producto, hasta tratar a los dependientes como si fueran los asistentes personales. Recuerda que no eres el único cliente que tienen que atender (¡y que las jornadas laborales pueden ser muy largas!).
Dejar las cosas fuera de su lugar
Si has puesto un producto en el carro, pero finalmente decides no comprarlo, no cometas el error de abandonarlo en medio de la tienda. Cajas de cereales con los yogures, productos de limpieza con el chocolate… Un desorden que posteriormente tendrán que arreglar aquellos que trabajan allí. ¡Los dependientes de la tienda te odiarán!
Pagar moneda a moneda
¿Quién no ha aprovechado para sacarse la calderilla de encima en el supermercado? Contar céntimo a céntimo puede llegar a provocar largas colas que después los dependientes tendrán que atender con rapidez y exigencias. Así, si no quieres que los trabajadores te odien, evita sacar grandes cantidades de monedas del bolsillo o llévalas contabilizadas.