Los bonsáis son un espacio de paz para nuestra ajetreada vida de oficina en la que los encuentros con la naturaleza se hacen esperar. Ya te contamos los errores que no debes cometer si quieres cuidar bien de un bonsái, pero no todas las especies son iguales, el bonsái de ficus es conocido por sus raíces aéreas y su gran capacidad de adaptación. Hoy te enseñamos cómo cuidar de este árbol de hojas brillantes y tronco llamativo.

🪴 Estas son las plantas de interior que mejor funcionan para refrescar la casa

🛏 ¿Realmente es malo dormir con plantas en la habitación? Te lo explicamos
 

Así es como debes mimar a tu bonsái de ficus

La familia de los bonsáis ficus es amplia, pero los más conocidos son: retusa, ginseng, benjamina, microcarpa, religiosa y carica. Si tienes alguna de estas especies debes saber que aunque tienen fama de resistentes, no se llevan bien con el frío, necesitan luz solar y mucha humedad. ¿Quieres saber todos los cuidados que necesita tu bonsái de ficus? Anótatelos todos:

1. Abono

Deberás prestar atención al clima más que la estación del año, porque dependerá mucho de la zona en la que vivas si la estación tarda en aparecer. En interior, el bonsái de ficus podrás abonarlo durante todo el año, mientras que en exterior puedes limitarte al periodo de crecimiento de la planta, es decir, entre primavera y otoño.

El abonado de los bonsáis es distinto al de otras plantas, porque son especies con hambre plantadas en sustratos muy reducidos, y el riego va eliminando nutrientes. Por tanto, el bonsái en general se abona más a menudo.

Elige abono líquido especial para bonsáis para echar con el riego (pequeñas cantidades, según indique el fabricante), o puedes optar por uno sólido, que se deja sobre la tierra (lejos de la base del tronco) y se va deshaciendo según lo riegas.

2. Riego

El riego también dependerá del mes del año, pero lo que sí es importante es que no debes dejar nunca el suelo seco. Haz riegos abundantes y usa pulverizador para no estropear las hojas. 

3. Plagas y enfermedades

Este pequeño arbolito es muy resistente a las plagas, pero para aliviarle sufrimiento puedes emplear uno de nuestros trucos naturales con aceite de neem que te contamos que acababa con la araña roja. Si tu ficus enferma debes prestar atención a la dureza del agua, a los nutrientes, iluminación y humedad.  Asegúrate que tiene unas 14 horas de luz diarias y pulveriza las hojas cada 3 horas.

4. Trasplante

Para mantener saludable tu bonsái de ficus no puede faltar un trasplante cada 3 años en la primera semana de la primavera.

5. Podas

Este es el arte básico del bonsái: la poda. No olvides las podas bisemanales para favorecer el crecimiento de la parte baja. Y si se te va la mano, no te preocupes porque lo bueno es que rebrota fácil. Los bonsáis utilizan su propio látex para cicatrizar.

Estos cuidados son fundamentales para mantener tu bonsái vigoroso y lleno de vida. La paciencia será tu mejor aliada. Tus herramientas deben cumplir con ciertos requisitos de calidad. Si podas con unas tijeras escolares, es probable que causes daño al bonsái. Procura invertir y equiparte bien con tijeras especiales para la poda, pinzas, rastrillo, una regadera de cuello largo para las raíces y tiestos de cerámica para los trasplantes. Y recuerda que un bonsái de ficus nunca hay que abonarlo si lo acabas de trasplantar. Dale tiempo para asentarse.