El monumento a Colón de Barcelona forma parte del skyline de la ciudad con la misma fuerza que la Sagrada Familia y el Tibidabo al fondo. Está tan integrado que ni siquiera en lo más álgido del reciente fervor iconoclasta contra las estatuas de conquistadores ha llegado a peligrar de verdad. Aunque en esto, claro, también han ayudado su peso de más de 200 toneladas, o su altura de 57 metros, que lo convierten en el más alto de la sesentena de monumentos a Colón que hay repartidos por el mundo.

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Pero esta mítica estatua que tan vista esconde algunos secretos que quizá no conozcas… ¡como que todo está mal con su famoso dedo índice!

135 años apuntando en la dirección equivocada

El monumento a Colon fue inaugurado en 1888 con motivo de la Exposición Universal y ante la asombrada mirada de la reina regente María Cristina, el presidente de Estados Unidos Grover Cleveland, o el rey de Italia Humberto I. Aquella obra, que culminaba todas las mejoras del litoral barcelonés, había sido concebida, diseñada y construida por el arquitecto Gaietà Buïgas, que encargó la estatua de bronce al escultor Rafael Atché.

El monumento a Colón recién estrenado. Imagen: Peter Elfelt, CC BY-SA 4.0.

Pero, ¿cómo debía ser esa estatua? La primera idea de Gaietà era que Colón llevara un estandarte con una mano mientras se llevaba la otra al pecho, en un gesto sublime de conquista de tierras en nombre de los Reyes Católicos y de Dios Nuestro Señor. Pero parece que luego le pareció el conjunto demasiado vertical, y optó por encargarlo con el brazo extendido, señalando con el dedo… ¿a dónde? ¿Dónde señala exactamente Colón?

Lo cierto es que, aunque desde el principio se comentó que apuntaba a América, como correspondería a quien descubrió a los europeos el continente americano, en realidad apunta en dirección casi contraria. Amantes de los enigmas ocultos han postulado alguna vez que en realidad el artista quería apuntar hacia Génova, cosa que no es cierta porque está en otra dirección. En realidad, el dedo de la estatua de Colón apunta a Mallorca

Harvey Barrison - Barcelona_2015 10 10_0473, CC BY-SA 2.0

 

Por qué motivo Colón apunta “mal”

¿Cuál es el motivo? Seguramente algo tan prosaico como que el viaje de Colón fue una exploración marítima. Si, en aras de la precisión geográfica, lo hubieran hecho apuntar a América, habría estado apuntando más o menos hacia las Ramblas. Y eso no tendría mucho sentido, considerando que era una expedición marítima. Apuntando hacia el mar se lograba transmitir de forma eficaz la idea de explorar surcando los océanos hasta América.

Pero claro: apuntara a donde apuntara la estatua, existía otro problema: que, con aquel pedestal tan alto, desde sus casi 60 metros, los dedos no iban a ser lo más visible del mundo. Si querían que el dedo de Colón fuera bien visible, era preciso agrandarlo por encima de las medidas humanas. En concreto, si según las proporciones de la estatua el índice habría debido medir 40 centímetros, el dedo real mide 50 cm. Esta desproporción, que desde cerca nos recordaría a ET diciendo “teléfono mi casa”, es la que hace que desde el nivel del suelo la veamos fenomenal… apuntando hacia Mallorca.

 

Y, por cierto, ¿sabías que puedes subir hasta los pies de la estatua? Como lo oyes: mucha gente lo desconoce, pero en el interior de la columna hay un ascensor, el primer ascensor que tuvo la ciudad, y este te llevará hasta el mirador circular desde donde podrás admirar Barcelona en 360 grados. Si no lo has hecho nunca, no pierdas la ocasión de subir en tu próxima visita a Barcelona.