Meter trabajo en la maleta, estar pendiente del móvil... esto no son vacaciones de verdad. Si alguien viene a defenderte las "trabacaciones" (odiosa palabra donde las haya), asústale con un garrote y que se vaya. Si no logras desconectar del trabajo en vacaciones, estarás poniendo en riesgo tu salud, en especial tu cerebro. Según estudios científicos, las vacaciones aumentan la creatividad y el rendimiento. El descanso activa la química del cerebro y nos predispone a ser más felices. ¿Vas a renunciar a todo ello? 

Mejor olvídate de contestar el teléfono y los correos electrónicos, tienes que desconectar del trabajo en vacaciones. Coge la maleta con ilusión porque en La Tumbona de ElNacional.cat, nuestra sección de verano, te enseñamos los trucos infalibles para cambiar los informes por el traje de baño y liberarte de las preocupaciones laborales. Así que, desenchufa tu mente del trabajo y activa el modo relax ,que nos vamos de vacaciones.

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El 40% de autónomos en España se toma menos de 7 días de vacaciones al año: cómo desconectar del trabajo en vacaciones

Los trabajadores asalariados, a menos que tengan unos jefes y compañeros muy petardos, en principio pueden desconectar más fácilmente del trabajo durante las vacaciones. Ahora bien, los que realizan parte o todo su trabajo en casa, o en general los trabajadores autónomos... estos son muy proclives a vivir las vacaciones a ratos. A veces, porque no queda otra. Pero en otras ocasiones, lo de "no queda otra" es algo que nos decimos para no renunciar al hábito.

Si este es tu caso, que lo sepas: ¡te mereces unas vacaciones como Dios manda! Sigue estos consejos para desconectar (de verdad) del trabajo y… ¡a por ellas!

Plantéate de qué cosas necesitas descansar

A veces es mejor trabajar por partes. Haz una lista de cada cosa del trabajo que te sature, de las redes sociales, familia, compromisos, etc. Escribe al lado de cada una la posible alternativa que te ayude a desconectar. Por ejemplo, si te satura recibir mensajes del trabajo al WhatsApp, manda un mensaje anunciando que estás de vacaciones y archiva las conversaciones del trabajo y siléncialas hasta que terminen tus vacaciones.

No te centres en las limitaciones

Evita contar los días y las horas que te quedan de vacaciones, solo conseguirás generar más estrés. Administra bien el tiempo, pero sin controlar en exceso. No te focalices en que no podrás irte a ningún lado o que no pisarás la playa este año, céntrate en lo que sí harás. Deberás hacer un esfuerzo, sí, pero vale la pena llenar la mente, poco a poco, de ideas positivas en vez de negativas. Porque, al final, todo se acumula.

Prueba la desconexión digital

En una era tan digitalizada, resulta difícil desconectarse por completo, pero te recomendamos que pruebes el detox digital. Si tienes una semana de vacaciones, intenta desconectarte de todo lo digital durante tres días, notarás el cambio.

El detox digital es más necesario de lo que pensamos. Imagen: OksaLy.

Prepara el terreno vacacional

Tanto si te marchas como si te quedas en casa, es fundamental prepararse para el descanso para avisar al cuerpo de que vas a desenchufarlo un rato.

Si te quedas en casa, ponla en “modo vacaciones” con algunos pequeños cambios: instala en el jardín una hamaca, cambia algunos muebles de trabajo (que no usarás) para hacerte más espacio en el salón, guarda todo lo del trabajo (agendas, documentos, etc.), acomoda el sofá, coloca en la mesita del salón los libros que te gustaría leer en vacaciones, etc.

Si viajas, déjate llevar al lugar sin controlar horarios ni visitas obligadas. ¡Que el nuevo sitio te sorprenda!

El día sin reloj

Si puedes permitírtelo, pasa un día sin reloj. ¡No hagas trampas! Quítalo del móvil, del ordenador y no dejes ningún reloj a la vista. Levántate cuando ya no tengas sueño, come cuando tengas hambre y acuéstate solo si el cuerpo te lo pide. ¡Es una experiencia divertida para vivir en pareja!

Utiliza estos sistemas para ir poniendo barreras entre tu rutina del resto del año y este paréntesis que debe servir para limpiar y recargar tu cerebro y tu espíritu antes de afrontar la nueva ronda de trabajo. Atrévete a desconectar del trabajo en vacaciones, deja atrás la oficina y adéntrate en un mundo de tranquilidad, ¡tu cerebro se lo merece!