Si hablamos de ciudades romanas, las primeras que se nos vienen en la cabeza son Tarraco, Barcino o Emporio. Pero, y si te dijera que muy probablemente no podríamos entender el proceso de romanización en Catalunya sin hablar de Iesso, la actual Guissona (Segarra).

Este yacimiento es de las pocas ciudades romanas de Catalunya que no tiene totalmente superpuesta la ciudad actual. Por eso, nos sirve de ejemplo para entender cómo se estructura la red urbana de las ciudades actuales, heredada del sistema romano.

Iesso, un tesoro por descubrir

La antigua Iesso era un punto de referencia del interior del imperio. Para que nos hagamos una idea de su importancia, habitaban unas 20.000 personas, que es la población actual de ciudades como Banyoles o Sant Just Desvern y ocupaba dos veces más terreno que Barcino.

La ciudad se fundó en torno al año 100 a.C y se situaba en una posición estratégica en aquel momento y aprovechaba la abundancia de agua subterránea y el auge de la agricultura en la zona. El objetivo de su fundación era consolidar el territorio y crear una red interconectada de ciudades que permitiera una plena romanización.

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Exterior del Museo de Guissona. Foto: Wikipedia

Y lo consiguieron, ya que los romanos estuvieron ni más ni menos que 700 años en Guissona y la convirtieron en un epicentro comercial entre las capitales costeras y el interior. La actividad comercial se basaba en la agricultura, así como en pequeñas manufacturas como la cerámica o los telares domésticos y duró hasta la época visigótica. Originalmente, Iesso estaba amurallada y las calles seguían la estructura de organización romana basada en dos ejes principales: cardo y decumano. Contaba también con una necrópolis en las afueras y diferentes espacios públicos.

Un Parque Arqueológico de primer nivel

En el Parque Arqueológico de la ciudad se pueden observar vestigios que fechan desde la época republicana hasta el Bajo Imperio, que es cuando se abandona este centro. Iesso se configura como ejemplo de primer orden para conocer el urbanismo y transformaciones de la ciudad romana a lo largo de los siglos.

Se pueden observar las grandes termas públicas con un avanzado circuito para transportar el agua, los restos de una instalación para producir vino o una gran casa señorial organizada en un patio central. El año 1995 el yacimiento de Iesso fue declarado bien cultural de interés nacional por la Generalitat.

Además, como dato curioso no nos podemos olvidar de mencionar a un habitante muy especial del museo, Cattus, el gato de Iesso. Un simpático gato, mascota oficial del yacimiento romano, que os acompañará si decidís acercaros a Iesso. Ahora sí que no tienes excusas para no descubrir la perla romana del interior de Catalunya.