En la era de las navegaciones (siglos XV y XVI), Sevilla fue la capital del mundo. Sevilla fue la Manhattan de los negociantes, armadores y navegantes que, con el telón de fondo del Renacimiento, se lanzaron a la exploración y colonización de África y América. Ricas estirpes mercantiles originarias de toda Europa (sobre todo de las tradicionales potencias navieras, como Catalunya, Génova, Venecia o Toscana), que arraigaron en Sevilla y la transformaron en un riquísimo centro de negocios y en una gran concentración de arte urbano.

Sevilla. Reales Alcázares / Fuente: Pinterest

Nosotros vamos a Sevilla a disfrutar de la parte más conocida de la ciudad. Y a "descubrir" esa Sevilla que no aparece en las rutas de turismo convencional. Esa Sevilla que explica la historia de una gran vitalidad y que, en la actualidad, es parte indisociable de la cotidianidad de los sevillanos. Y vamos, también, para "descubrir" esa Sevilla más oculta y misteriosa a los ojos de los forasteros. En nuestro viaje, iremos a las fondas y a las tabernas más arraigadas en el imaginario popular sevillano y más desconocidas por los forasteros.

¿Cuándo nos vamos a Sevilla?

Del 28 de febrero al 3 de marzo de 2025

¿Cómo iremos y qué haremos?

Sevilla. Ruinas de Itálica / Fuente: Pinterest

Viernes, 28 de febrero

A las 9.50 h, salimos de la estación de Barcelona-Sants en dirección Sevilla en un Tren de Alta Velocidad.

A las 15.40 h, llegamos a la estación de Sevilla-Santa Justa y nos dirigimos, en transporte privado, al Hotel Casa de los Mercaderes (***) —o similar— para hacer el check-in.

Tras reponer fuerzas, realizamos una primera toma de contacto con la ciudad y recorremos las calles y plazas del casco histórico (los alrededores de la catedral y del antiguo puerto) para conocer la historia de aquellos pioneros que convirtieron Sevilla en la plataforma de lanzamiento de los grandes viajes atlánticos.

Pasearemos por el arenal derecho del Guadalquivir. Visitaremos la Torre del Oro (que había sido el edificio más importante del antiguo puerto fluvial) y apreciaremos el Museo Naval que se expone en su interior. Contemplaremos la puesta de sol sobre las aguas de ese amplio curso de agua y por detrás de los tejados del barrio de Triana y entenderemos por qué se dice que "Sevilla tiene un color especial".

Nos aproximaremos a la gastronomía tradicional sevillana en la cena que haremos en una fonda del barrio histórico, muy apreciada y frecuentada por la sociedad local.

Y después de cenar, nos entregaremos a una experiencia extraordinaria: la visita nocturna a los Reales Alcázares, el palacio de los emires árabes de Sevilla (siglos XI a XIII), de los reyes castellanoleoneses (siglos XIII a XV) y de la monarquía católica (siglos XV y XVI).

Los Reales Alcázares son, con la catedral, el edificio histórico más impresionado de la ciudad y uno de los más espectaculares del mundo. Reúnen la expresión de la ideología del poder de tres civilizaciones distintas. Y la visita nocturna es una oportunidad única para revelar sus secretos más insondables.

Sevilla. Torre del Oro, muelle del antiguo puerto fluvial y el río Guadalquivir / Fuente: Pinterest

Sábado 1 de marzo

Después de desayunar en el hotel, iremos a conocer el otro gran edificio histórico de la ciudad. La catedral, construida entre los siglos XIII y XVI sobre la antigua mezquita musulmana, es el segundo mayor templo de la cristiandad, después de la basílica de San Pedro del Vaticano.

La catedral y la Giralda —su campanario, al que subiremos a través de sus curiosas rampas— explican la ambición de la sociedad sevillana de la era de las navegaciones, formada por personas y familias originarias de toda Europa. Y el interior de ese gigantesco templo se vistió para crear y sostener el relato que sería la marca de esa sociedad.

Después, "nos perderemos" por las calles y callejuelas de la antigua judería, llamada barrio de la Santa Cruz, recorriéndolas parsimoniosamente, mientras imaginamos el ruido de los oficios y de los chiquillos de ese barrio judío que se fragmentó con los pogromos de 1391 (descubriremos por qué fue el punto de inicio de esa brutal oleada de violencia) y que desapareció, definitivamente, tras el decreto de los Reyes Católicos de 1492.

Después de visitar el Hospital de los Venerables —el edificio renacentista más representativo de Sevilla y, probablemente, de la península Ibérica—, continuaremos nuestro descubrimiento de la gastronomía tradicional sevillana con una comida en un restaurante del barrio histórico, muy apreciado y frecuentado por la sociedad local.

Después de comer, por la tarde, cruzaremos el histórico puente de Isabel II (construido por la Fundación San Antón, propiedad de los catalanes Bonaplata en el siglo XIX) y nos adentraremos por las calles y callejuelas del barrio de Triana, y al visitar la parroquia de Santa Ana, descubriremos que los esclavos negros liberados tuvieron un papel decisivo en la formación de este barrio.

En Triana proseguiremos el descubrimiento de la gastronomía tradicional sevillana con una cena en un restaurante muy apreciado y frecuentada por la sociedad local.

Sevilla. La Catedral. Fachada principal / Fuente: Pinterest

Domingo 2 de marzo

Después de desayunar en el hotel, un transporte privado nos conducirá hasta el conjunto de las enigmáticas ruinas romanas de Itálica, uno de los yacimientos antiguos mejor conservados del mundo. La clave de esta extraordinaria conservación radica en que con el desmoronamiento del estado romano, la ciudad fue abandonada y nunca se construyó nada encima.

Si Itálica es enigmática, el monasterio medieval de San Isidoro del Campo, situado al lado, resulta extraordinariamente misterioso. Este cenobio jerónimo fue la cuna de la primera comunidad clandestina luterana de la Península (siglo XVI) y el refugio de la confesión que profesaban, secretamente, esas dinámicas clases mercantiles originarias de toda Europa. Su repentino y sangrante final, a manos de la Inquisición, se explica, todavía, en esos silenciosos muros que tendremos oportunidad de interpelar.

Después, continuaremos nuestro descubrimiento de la gastronomía tradicional sevillana con una comida en un restaurante muy apreciado y frecuentado por la sociedad local.

Por la tarde, regresaremos a Sevilla y nos introduciremos en la cultura popular de ese Renacimiento sevillano, que evolucionaría a un Barroco original y que se pondría de manifiesto con la construcción de templos que se convertirían en los polos de la devoción religiosa de la sociedad local. En las basílicas de la Macarena y de Jesús del Gran Poder, descubriremos el porqué de esta cultura tan enigmática y sorprendentemente devota de los sevillanos.

Después, recuperaremos fuerzas con un nuevo descubrimiento de la gastronomía tradicional sevillana, en un restaurante muy apreciado y frecuentado por la sociedad local.

Sevilla. Basílica de la Macarena / Fuente: Pinterest

Lunes 3 de marzo

Después de desayunar en el hotel, iremos al tradicional mercado de Triana, para sumergirnos en la cotidianidad de los sevillanos.

Poco después, nos embarcaremos a bordo de un crucero fluvial, de una hora de duración, que nos conducirá río abajo hasta las marismas, y que nos permitirá imaginar la navegación de las carracas, cocas y galeras que surcaron esas aguas durante el Siglo de Oro de Sevilla (siglos XV y XVI) y que, de rebote, nos permitirá completar el relato de lo que hemos visto y palpado en los días anteriores.

Después del crucero fluvial, visitaremos el Prado de San Sebastián, que actualmente es el "Real" (la entrada) de la "Feria de Abril". Allí conoceremos el origen de esta popular celebración, creada por un catalán y un vasco. Y allí, también, conoceremos una historia más trágica: fue donde la Inquisición, durante los siglos XVI y XVII, quemó a docenas de personas.

Saliendo del Prado de San Sebastián, daremos una vuelta por el parque de María Luisa, y a continuación culminaremos nuestro descubrimiento de la gastronomía tradicional sevillana con la última comida del viaje, también en un restaurante muy apreciado y frecuentado por la sociedad local.

Después de comer, recogeremos las maletas en la consigna del hotel y un transporte privado nos conducirá hasta la estación de Sevilla-Santa Justa.

A las 16.20 h, nos embarcaremos en un Tren de Alta Velocidad en dirección Barcelona.

A las 22.10 h, llegaremos a la estación de Barcelona-Sants y daremos por concluido nuestro Viaje-Experiencia en la enigmática Sevilla.

¿Te lo vas a perder?

Sevilla. Puente de Isabel II y barrio de Triana / Fuente: Pinterest

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