Las vacaciones de verano son el momento para hacer una escapada romántica en pareja. Catalunya es un lugar maravilloso para poder escaparte y disfrutar de todas las posibilidades que ofrece. Ahora, quizás el momento más complicado es decidir el destino, entre toda la oferta disponible. Pequeños hoteles con encanto, la plenitud montañesa de los Pirineus, el paisaje de postal de la Costa Brava, o lugares con patrimonio cultural. Desde La Gandula, la sección estival de ElNacional.cat te recomendaremos una serie de destinos para ir con la pareja y devolver más enamorados que nunca.

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1. Cadaqués

Para los amantes de la Costa Brava, Cadaqués es el lugar predilecto. Considerado como uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava, este pueblecito marinero está cargando de encanto, su Casa Blanca y calles estrechas empedrados llenos de plantas y flores de colores, por las que es una maravilla perderse entre galerías de arte y bonitas tiendas. Salvador Dalí tiene un vínculo muy grande con este pueblo, que fue quien lo situó en el mapa, ya que durante muchos años de su vida vivió con su mujer Gala, en Puerto Lligat. Es un lugar perfecto para pasear por el casco antiguo, y subir hasta La Iglesia de Santa Maria. Así como dar una vuelta por el paseo bordeando las pequeñas calas de guijarros y disfrutando de las vistas desde diferentes miradores en Cadaqués. Después podéis sentar en la playa un rato y disfrutar del mar Mediterráneo. Cadaqués se puede visitar perfectamente en un día, además de recorrer el pueblo también hay una gran oferta gastronómica. Si os gusta el deporte, también podréis hacer una ruta de senderismo por el fantástico Parc Natural del Cap de Creu o por los caminos de ronda de la emblemática Costa Brava.

Cadaqués

2. Rupit i Pruit

No todo el mundo es hacen de la playa y para esta gente también tenemos un destino de interior perfecto, Rupit i Pruit, que son dos pueblos en uno y es considerado como uno de los mejores pueblos del mundo. Se trata de un pequeño pueblo medieval que, en esencia, sigue siéndolo. Calles estrechas y empedradas, casas de piedra y un paisaje natural, en el Collsacabra, rodeándolo casi como tenía que estar en el pleno siglo XIII. Una de las cosas que más sorprende a los visitantes del pueblo es su puente colgado por el cual tendréis que pasar si queréis llegar al centro histórico de Rupit. Lo que sí tendréis que tener en cuenta es que el puente se cuelga y se balancea, y, por lo tanto, se tiene que hacer caso en el cartel que indica que no puede haber más de 10 personas al mismo tiempo. Lo mejor que se puede hacer por Rupit i Pruit es pasear por sus calles medievales y disfrutar de su entorno. Hacer el aperitivo en la plaza mayor del pueblo es más que recomendable para poder disfrutar de este lugar tanto maravilloso, también hay una buena gastronomía para comer o cenar y que el día sea redondo.

El puente colgante de Rupit

3. Besalú

Siguiendo con los pueblos medievales, otro archiconocido de Catalunya es Besalú. Situado en La Garrotxa, es uno de los pueblos mejor conservados del país, tanto que ha sido declarado como Conjunto Histórico Nacional. El símbolo de Besalú es su puente medieval por el cual tienes que pasar para entrar en el pueblo y da paso al barrio judío. El monasterio de Sant Pere de Besalú también es uno de los imprescindibles del pequeño pueblecito. Si solo tenéis intención de ir a pasar el día, y aprovechando el camino, podéis acercaros a Castellfollit de la Roca, uno de los pueblos más espectaculares de Catalunya que se caracteriza por estar enfilado sobre un acantilado. Un poco más lejos, os podéis acercar a la Costa Brava, un plan|plano de 10 para hacer con tu pareja cualquier día libre del verano.

Puente de Besalú

4. Parque de la Ciutadella

El parque de la Ciutadella es uno de los lugares más conocidos de Barcelona, ya que durante años fue el único parque, construido sobre lo que fue la ciudadela militar, de aquí su nombre. Su gran extensión permite hacer planes diversos. Podéis subir a una de las barcas del lago, dar un paseo por sus jardines o simplemente montar un pícnic en el césped y disfrutar del sol y de la compañía.

Parque de la Ciutadella / Google Map

5. Begur

Para cerrar esta recopilación de destinos idílicos para compartir con tu pareja, recomendamos otro pueblo donde poder disfrutar del mar, Begur, en la Costa Brava. Uno de los suyos atractivos es el legado histórico y el patrimonio que tiene, caminar por sus calles empedradas y sentar en la plaza de la Villa. Sin ningún tipo de duda, uno de los reclamos de Begur son las playas que lo rodean. Una de las imprescindibles es la cala Aiguablava, considerada como una de las mejores playas de la Costa Brava, todo y que, si no vais pronto será imposible aparcar. Su Tuna es otra de las preferidas, una pequeña cala que conserva en uno de sus laterales con antiguas casas de pescadores. Por último, también podéis hacer un tramo del camino de Ronda, que va desde de Aiguablava hasta Platja Fonda, pasando por el pequeño núcleo de Fornells, y que os llevará unas dos horas, ida y vuelta.

Vista de la cala de Aiguablava