¿Te encantaría recorrer un puente Tibetano a 1.875 metros de altitud? Si no tienes vértigo y quieres vivir una espectacular experiencia, te recomendamos visitar Canillo (Andorra), donde acaban de reabrir al público una increíble estructura colgante en la Vall del Riu. Se trata de una de las más largas del mundo, con una longitud de 603 metros y 1 metro de anchura. Este singular puente para peatones se ubica en uno de los parajes naturales más espectaculares del Principado de Andorra. ¿Te atreves a recorrerlo?
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Cómo llegar al Pont Tibetà de Canillo
Al Pont Tibetà de Canillo solo se puede llegar en autobús desde el pueblo de Canillo o desde el aparcamiento del Mirador del Roc del Quer. Con la compra de la entrada al Pont Tibetà de Canillo o del paquete Pont Tibetà de Canillo + Mirador Roc del Quer, el transporte en autobús es gratuito. Una vez se llega a Montaup con el bus, hay que recorrer un camino a pie de 900 metros hasta el Pont Tibetà. Al final del camino de l’Armiana, en la entrada del paraje natural de la Vall del Riu, encontramos el puente. Las vistas durante este camino son inmejorables, ya que se puede divisar el valle central de la Parròquia de Canillo y las montañas donde se ubican las pistas de esquí de Grandvalira.
El horario del Pont Tibetà de Canillo durante la Semana Santa es de 10 a 15 horas. Para consultar horarios y detalles de acceso, se recomienda visitar la web oficial.

Qué tener en cuenta antes de llegar al Pont Tibetà de Canillo
El Pont Tibetà de Canillo está situado en un entorno de gran riqueza natural y es necesario respetar su flora y su fauna. Es imprescindible llevar ropa y calzado adecuados y tener precaución a lo largo del camino, sobre todo teniendo en cuenta que tanto el camino de llegada al puente como el mismo Pont Tibetà son de doble sentido. Se debe tener sentido común: está prohibido cruzar y encaramarse a las barandillas, pasar por encima de los cables o apoyarse en las protecciones del pasamanos hasta el suelo. Una vez se empieza el recorrido del puente, no se puede sentarse, ni tampoco obstaculizar el paso de los demás peatones.
Una vez en el Pont Tibetà de Canillo, hay que tener en cuenta que los niños pueden acceder, pero siempre acompañados de un adulto. Lo que no puede pasar son los animales, los cochecitos, las cunas y las sillas de ruedas. Tampoco las motos, las bicicletas u otros vehículos de movilidad personal. Evidentemente, también es importante no lanzar nada desde el puente ni fumar mientras se cruza esta estructura.
Qué más ver durante la visita al Pont Tibetà de Canillo
Canillo también cautiva a los amantes de la cultura y la historia. Así, además de la visita al Pont Tibetà, se puede aprovechar para disfrutar de otras interesantes visitas:
- Mirador Roc del Quer. No se puede dejar de visitar el mirador del Roc del Quer (el acceso es libre con vehículo propio). Las vistas panorámicas desde este mirador son inolvidables. Se trata de una pasarela de 20 metros de longitud. Ocho de los veinte metros se asientan en tierra firme, pero los otros 12 son un saliente suspendido en el aire, de manera que te hará creer que eres tú quien flota y puede volar. Gran parte del pavimento es de vidrio transparente, resaltando la sensación de altitud y suspensión.
- Parròquia de Canillo. Es una de las parroquias altas de Andorra en un entorno preservado y con parajes de gran belleza. Cuna de Nostra Senyora de Meritxell, Patrona de Andorra.
- Museo de la Moto. Situado en el centro de la parroquia, ofrece un viaje a través del tiempo con una colección única de motocicletas históricas, ideal para los aficionados al motor.
- Iglesia de Sant Joan de Caselles. Una joya del románico andorrano del siglo XI, impresiona con su arquitectura lombarda y su retablo renacentista del siglo XVI. El acceso es gratuito y forma parte del recorrido del Bus Turístico de Andorra.