Una de las tareas de casa que más nos han obligado a hacer desde que éramos niños, nuestros padres ha sido hacer la cama. Sin embargo, ¿cómo os quedáis si os decimos que según los expertos no es lo más recomendable?
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Hacerse la cama es para muchos de vosotros una rutina durante la semana cuando os levantáis y os preparáis para afrontar un nuevo día, pero debéis saber por qué los expertos no lo recomiendan. En la cama se acumulan muchos ácaros y polvo, estos ácaros sobreviven a ambientes cálidos y a un alto grado de humedad, por lo que la mejor opción es airear la cama sin necesidad de volverla a hacer al menos durante las primeras horas de la mañana.
¿Por qué debemos esperar para hacer la cama?
Se calcula que cada persona cuando duerme desprende unos 285 líquidos que pueden ser sudor o saliva. Este tipo de sustancias se quedan incrustadas en las sábanas y en el colchón, de esta manera si decidimos hacer la cama al despertarnos los dejaremos atrapados y podrían llegar a multiplicarse. Además, los ácaros se alimentan de escamas de piel humana y cuando se encuentran en un espacio humedo y cerrado propiciamos que proliferen rápidamente.
Mantener limpias las sábanas es fundamental para la salud de todos, por lo que según los expertos deberíamos cambiarlas una vez a la semana, aunque es algo que nos suele costar mucho. De hecho, en muchos casos las sábanas se cambian una vez al mes o no llegáis a cambiarlas hasta que pasan varios meses, algo que puede ser muy perjudicial para vuestra salud.
En verano hay que lavar las sábanas repetidamente
Además, en la temporada de verano las sábanas se ensucian mucho más rápido, por lo que es fundamental lavarlas con aún más asiduidad, cada tres o cuatro días. En definitiva, si lo que quieres es que tu casa se vea ordenada haciendo la cama, no lo hagas al despertarte y deja que primero se airee durante varias horas, siempre manteniendo la ventana abierta para que entre aire del exterior renovado. Si tienes que irte a trabajar y no dispones de ese tiempo, puedes hacerla cuando vuelvas a casa.
Además, es vital que lavéis regularmente vuestras sábanas para eliminar del todo los restos de suciedad y ácaros que se quedan en el tejido. Debéis tener en cuenta que cuanto más tiempo pase sin que lavéis las sábanas, la suciedad, los ácaros y todos los restos, incluso de piel o comida que puedan haber caído en vuestra cama, se pueden llegar a ubicar en el colchón y quedarse durante muchísimo tiempo conviviendo con vosotros.