En Catalunya tenemos expresiones que nos resultan tan naturales que ni nos detenemos a pensar en su significado profundo. Pero cuando alguien de fuera nos pregunta qué significan, nos damos cuenta de que a menudo son auténticas perlas del idioma. Una de estas es n’hi ha per llogar-hi cadires, una expresión que deja perplejos a quienes no están familiarizados con nuestro idioma. Para los catalanes, esta frase surge de forma espontánea cuando nos encontramos ante una situación sorprendente, surrealista o incluso indignante. Pero, ¿qué significa exactamente? ¿Y de dónde proviene? Vamos a descubrirlo.

👄 Esta frase que utilizamos todos los catalanes hace romper la cabeza a los de fuera: imposible de descifrar
 

💬 Estas expresiones catalanas te dejarán desconcertado en cualquier otro idioma


Un espectáculo digno de ver: el origen de la expresión

La frase n’hi ha per llogar-hi cadires hace referencia a situaciones tan espectaculares, curiosas o insólitas que merecerían que la gente se sentara a observarlas, como si se tratara de un gran evento. El origen de esta expresión se encuentra en los actos públicos que antiguamente se celebraban en las plazas de los pueblos. Cuando se organizaba un espectáculo importante, el pregonero a menudo anunciaba la frase s’hi llogaran cadires, indicando que el acto era lo suficientemente relevante como para que la gente quisiera sentarse cómodamente a disfrutarlo.

Así pues, la expresión fue evolucionando hasta significar que algo es tan increíble —ya sea en un sentido positivo o negativo— que incluso haría falta alquilar sillas para ver cómo se desarrolla. Es decir, que la escena merecería una audiencia atenta.

Por ejemplo, imaginemos que alguien cuenta que su cuñado se ha comprado un coche de lujo después de haberse quejado toda la vida de que no tenía dinero. La respuesta automática de un catalán podría ser: Això sí que és per llogar-hi cadires!. O cuando un político hace una promesa electoral inverosímil, también podemos exclamar: N’hi ha per llogar-hi cadires!

Esta expresión tiene un equivalente en castellano: ser algo para alquilar balcones, que hace referencia a los grandes eventos, como procesiones o desfiles, que se ven mejor desde un balcón. Pero, como siempre, el catalán le ha dado un toque más cotidiano y cercano, con la imagen de las sillas en la plaza.
 

La Trinca ya lo decía: cosas del idioma

La frase n’hi ha per llogar-hi cadires es tan popular que incluso fue citada por La Trinca en su canción Coses de l’idioma, que reflexiona sobre las peculiaridades del catalán y las expresiones de uso común que son difíciles de traducir al castellano. Este trío musical, que marcó una época con su humor fino e inteligente, sabía bien que nuestra lengua está llena de giros lingüísticos que pueden dejar descolocados a quienes no están acostumbrados a ella. En esta canción, La Trinca reivindica la riqueza del idioma catalán y lo hace con ejemplos como este, que son tan nuestros que forman parte de la identidad colectiva. Porque, al fin y al cabo, el catalán no es solo un idioma, sino una forma de ver el mundo.

Por eso, expresiones como esta no solo nos hacen sonreír cuando las decimos, sino que también nos recuerdan la importancia de preservar nuestro patrimonio lingüístico. Cuando decimos n’hi ha per llogar-hi cadires, estamos conectando con una tradición viva, con un idioma que ha evolucionado, pero que sigue manteniendo su esencia.

¿Y tú, ya llogues la cadiraSi alguna vez has intentado explicar esta expresión a alguien de fuera, seguramente te habrás encontrado con una mirada desconcertada y un “¿Pero qué significa eso?” ¡Y es normal! Cada idioma tiene sus propias maneras de captar la realidad, y esta es una de las que hacen que el catalán tenga una personalidad única.

La próxima vez que vivas una situación tan surrealista que ni siquiera sabrías cómo describirla, recuerda esta expresión. Y si alguien te lo pregunta, simplemente contesta: N’hi ha per llogar-hi cadires! Porque, al fin y al cabo, esto forma parte de la magia del catalán.