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¿Qué harías si te tocaran 10 millones de euros en la lotería? Esta conversación ha ocurrido en la práctica totalidad de casas, todo el mundo la tiene en algún momento, incluso los que apenas juegan a la lotería. También la tuvo alguna vez el irlandés Peter Lavery en su Belfast natal, en la casa en la que vivía junto a dos de sus cinco hermanos. Pero, como hacemos todos, fue una conversación sin más. Un sueño que sabes que nunca se va a cumplir.

Solo que, un sábado noche de mayo de 1996, a él se le cumplió. Y más de tres décadas después ha explicado al diario The Mirror cómo lo vivió, y las primeras locuras que hizo.

Qué hacer cuando te tocan diez millones

Lavery no se lo creyó. Esa fue su primera reacción, aquel sábado noche en que uno de sus amigos le llamó, le dijo que se acordaba de sus números de lotería y que acababa de verlos por la tele, ¡que le había tocado! Lavery dijo algo como "ok, muy bien, muy gracioso", y se fue a su casa convencido de que sus amigos tenían un sentido del humor algo retorcido.

No se dio cuenta de que nadie le tomaba el pelo hasta la mañana siguiente, cuando despertó y comprobó los números, y vio que efectivamente acababa de ganar 10.248.233 libras

Aquella mañana de domingo, Peter Lavery trabajaba. Era conductor de autobús y, en estado de shock, acudió al trabajo y pasó el resto del día con normalidad. Aunque, eso sí, pidió librar al día siguiente por asuntos personales. El lunes cobró el premio, y el miércoles ya se había despedido del trabajo. Su nueva vida acababa de empezar.

Las dos primeras locuras del ganador

¿Sabes aquello de que si te toca la lotería es mejor no decir nada, y no fundirse la pasta en un momento? Pues Peter Lavery hizo todo lo contrario. A finales de esa misma semana ya estaba descansando en el Caribe, en la isla de Santa Lucía, con 10 familiares y amigos cercanos.

Al regresar del viaje, primero compró la casa familiar y se la regaló a sus hermanos, y luego se compró una casa para él y su mujer en uno de los mejores barrios, por unas 300.000 libras. Y al año siguiente, para San Patricio, se llevó a 22 personas en un estupendo viaje a Nueva York, incluyendo a todos sus hermanos, amigos y excompañeros de trabajo.

Aunque no lo cuenta en la entrevista, es obvio que una parte de ese dinero lo invirtió adecuadamente, porque hoy, con 63 años, Peter Lavery sigue viviendo en aquella casa de aquel buen barrio, ni él ni su esposa trabajan, tienen una gran colección de coches, y siguen yendo de viaje 3 veces al año.

Una vida que en absoluto podía imaginarse este conductor de autobús. Y es que la lotería tiene estas cosas: es prácticamente imposible que te toque un premio gordo, pero a quien le toca... ¡le cambia la vida!