Llega Halloween 2022 y una de las principales actividades heredadas de Estados Unidos como parte de esta festividad durante la víspera de Todos los Santos, es el famoso truco o trato (trick or treat en inglés), que consiste en lllamar a las puertas vecinas con el fin de conseguir chuches a cambio de no hacer una travesura. Es decir, una amenaza infantil de lo más dulce. Pero lo que realmente preocupa padres y madres de este siglo es el azúcar que contienen los dulces de Halloween y las posibles consecuencias en niños y niñas. Por eso, recogemos los consejos de los expertos para encarar esta parte tan terrorífica de la noche más escalofriante.
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El gran error de los padres con los niños por Halloween
Según recoge la CNN de las expertas Natalie Mokari, nutricionista y dietista; y Oona Hanson, coach de padres, limitar el consumo de azúcar durante la noche de Halloween de forma muy estricta puede resultar contraproducente y dar paso a un efecto rebote que haga que los niños deseen todavía mes las chuches y se obsesionen. Por eso, aconsejan seguir diferentes trucos para velar por una noche previa a Todos los Santos pacífica —dentro de lo que cabe— y tranquila para toda la familia.
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Aunque desde asociaciones cardiológicas y de salud infantil desaconsejan el consumo de azúcar cada día en niños, el caso de Halloween se trata de una noche especial en que es complicado separar la salud y el bienestar mental de nuestros hijos. Es por eso que ambas expertas coinciden en que es mejor buscar el equilibrio que directamente prohibir el consumo de azúcar, ya que se pueden mantener dietas sanas llenas de nutrientes mientras se permite comer dulces, asegura Natalie Mokari a la CNN.
Revisar cómo hablamos del azúcar y la comida delante de los niños
Lo más importante es ser conscientes de cómo hablamos de este tema, porque limitar las chuches de Halloween puede convertirse en un estrés añadido a los niños, que reflejan, además, la relación de los adultos de su alrededor con la comida. Si, antes de los acontecimientos como estos, observamos que nuestro hijo se siente ansioso sobre el peso o su aspecto, Mokari recomienda buscar a un profesional de la salud mental o nutricionista para profundizar en su relación con la comida.
De hecho, es especialmente relevante que controlemos lo que decimos sobre la alimentación delante de los niños, ya que puede tener un gran impacto en su relación con sus propios cuerpos. Por eso, comentarios como "necesito hacer deporte después de comer eso —haciendo alusión a alguna cosa dulce—" o "no puedo tener eso en casa porque voy a engordar" pueden influir de forma negativa y a largo plazo en los pequeños, generando incluso trastornos de la conducta alimentaria. Ya de cara al día de Halloween y los posteriores, podremos seguir varias estrategias.
Como evitar problemas con el azúcar durante Halloween
En primer lugar, Oona Hanson recomienda establecer una tradición para animar a los niños a entregar su botín de Halloween. Podemos disfrazarlo como una donación a los dentistas (a cambio de una recompensa en casa) o inventarnos una figura como una bruja o fantasma que haga cambios de golosinas por otros premios, como un juguete. Si los niños no están precisamente entusiasmados con las golosinas, pueden pedir cambiarlas por juguetes, y los damos la oportunidad de deshacerse de los que no les gustan.
Por otra parte, si vuestro hijo está eufórico con la bolsa de chuches, no es aconsejable, recalcan las expertas, restringir su consumo, ya que las hará más valiosas a sus ojos y aumentará una fijación quizás inexistente. Así, si lo que nos preocupa es que se harten con los dulces, podemos pactar con los niños repartir las golosinas de una manera divertida, ya sea poniendo unas pocas cada día con el almuerzo, o después del colegio o en algún momento dado en qué queramos reforzarlos positivamente.