Hoy haremos un recorrido por la pequeña localidad de Peracense, situada en la provincia de Teruel, Aragón, España. Acompañémonos en esta aventura mientras exploramos el imponente Castillo de Peracense y los sorprendentes paisajes naturales que lo rodean.
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En los alrededores de Peracense, nos encontramos con una localidad encantadora, a pesar de que pequeña en población, que se presenta como un atractivo destino para viajeros y visitantes. Podrás descubrir diferentes rutas de senderismo que ofrecen los alrededores, ideales para los amantes de la naturaleza y el trekking, además de poder disfrutar de la visita a un impresionante castillo que no es muy conocido.
La historia del castillo de Peracense
El Castillo de Peracense, situado en un territorio conquistado por el Reino de Aragón hacia 1150 con su expansión hacia el sur del río Ebro, adquirió una gran importancia estratégica durante la Baja Edad Media. Esta relevancia se vio reforzada por su posición limítrofe entre los reinos de Castilla y Aragón, así como entre los señoríos de Albarracín, Molina de Aragón y la Comunidad de Daroca.
A lo largo del siglo XIV, el castillo fue objeto de ampliaciones y reformas después de pasar a ser propiedad de la Comunidad de Aldeas de Daroca, convirtiéndose en uno de los puntos fuertes de la frontera con el Reino de Castilla.
No obstante, en el siglo XIX, después de la Guerra de los Dos Peres, el castillo perdió su importancia estratégica. Transferido a la Comunidad de Aldeas de Daroca, fue convertido en prisión y experimentó un periodo de deterioro y abandono. Entre 1830 y 1833, durante la Primera Guerra Carlista, fue ocupado por un destacamento militar liberal. Esta ocupación llevó a adaptaciones y reconstrucciones parciales, especialmente para las necesidades de la artillería. Estas modificaciones afectaron a los muros del castillo e implicaron la demolición de edificios interiores, dificultando la lectura actual del monumento.
Las excavaciones arqueológicas realizadas han revelado una gran cantidad de objetos de este periodo, proporcionando una visión más completa de la historia del castillo durante los siglos XIII-XV y el siglo XIX.
Visita al castillo de Peracense
Una vez tenemos claro el contexto de la zona que visitaremos, empezaremos la visita al castillo. Nos guiaremos a través de paneles informativos que nos indican el camino hacia el castillo, destacando la posibilidad de llegar tanto en coche como a pie. A medida que avanzamos, exploraremos la iglesia de Sant Pere, una estructura que fecha de 1740, destacando su chillón color rojizo. El recorrido nos conducirá por los estrechos callejones y fachadas peculiares de las casas locales, creando un ambiente pintoresco.
El sendero hacia el Castillo nos llevará por formaciones rocosas y paisajes geológicos, donde podremos apreciar la belleza natural del lugar. Al llegar a la entrada del Castillo, nos encontraremos con un panel informativo que destaca los senderos y miradores que rodean la estructura. Decidiremos continuar a pie, optando por una caminata que nos permitirá apreciar las formaciones rocosas y disfrutar del contacto directo con la naturaleza.
A lo largo del recorrido, llegaremos a miradores estratégicamente situados que ofrecen vistas impresionantes del Castillo de Peracense. Aventuraremos a subir por escaleras en espiral y a explorar los diferentes niveles del castillo. Descubriremos detalles fascinantes sobre la historia del lugar, desde antiguos aljibes hasta pasadizos y dependencias.
La sala principal del Castillo nos acogerá con vestigios de bancos antiguos y una atmósfera que evoca tiempos pasados. Finalmente, para acabar de disfrutar de las vistas del lugar, subiremos a la terraza superior, donde se revelará una vista panorámica espectacular del Castillo de Peracense y sus alrededores.