¿Tu lavadora ha dejado de centrifugar? Cuando este problema técnico sucede, la ropa sale de la lavadora totalmente empapada y pesa mucho. Si has detectado que eso te pasa últimamente, es probable que sí que haya un problema con el centrifugado en tu electrodoméstico y eso puede ser un gran problema, sobre todo en invierno, cuando las prendas de ropa tardan mucho más en secarse. ¿Qué hacer? ¡Antes de llamar al servicio técnico, sigue leyendo porque conseguir que la lavadora vuelva a centrifugar de nuevo puede ser mucho más fácil de lo que piensas!

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Por qué la lavadora no centrifuga y el truco para solucionarlo

El centrifugado es una parte del programa de lavado esencial porque permite eliminar el exceso de agua de la ropa para facilitar que se seque de manera más rápida, tanto si lo extendemos como si la ponemos en la secadora. Cuando la lavadora centrifuga, su tambor gira a gran velocidad y de esta manera se expulsa el agua retenida en la ropa durante el proceso de lavado. Cuando, por alguna razón, la lavadora no es capaz de realizar el proceso, la ropa sale mucho más mojada.

Detrás de este problema puede haber varias causas técnicas. Algunas pueden requerir la intervención de un profesional, pero, antes de recurrir a ayuda profesional, puedes intentar identificar las que puedes resolver tú fácilmente sin ayuda de nadie. Con el fin de hacerlo, te proponemos el truco de las tres preguntas que te ayudará a saber dónde está el problema. Se trata de hacerte estas cuestiones y tratar de resolverlas.

  1. ¿Estás sobrecargando la lavadora? A veces intentamos poner el máximo de prendas de ropa en la lavadora para aprovechar el lavado, pero excedernos puede afectar al sistema de centrifugado. Cuando hay un exceso de peso, el motor puede verse incapaz de girar el tambor o incluso puede afectar al aparato a largo plazo. Prueba reducir un poco la carga a la lavadora, sobre todo cuándo pongas piezas que absorben mucha agua como toallas o mantas, para ver si el programa de centrifugado vuelve a ser eficiente. En este caso, ya habrás resuelto de dónde proviene el problema.
  2. ¿Has comprobado que la lavadora desagüe bien? Puede pasar de que tu lavadora esté centrifugando correctamente, pero que, sorprendentemente, al sacar la ropa la notes excesivamente húmeda. Entonces, es posible que el problema sea que el agua que el centrifugado extrae de la ropa no esté desaguando bien. Si crees que puede ser tu problema: revisa el tubo del desagüe de la lavadora: si está doblado o bloqueado puede ser el causante del problema y la solución pasar por colocar de forma correcta el tubo. Limpia también el filtro de la bomba, dado que si tiene suciedad, también puede afectar la función de desaguar de la lavadora.
  3. ¿Estás escogiendo bien el programa de lavado? Otro de los problemas habituales por los cuales la lavadora puede no estar centrifugando es la mala elección del programa. Algunos de los que se ofrecen, como el de delicados, están específicamente programados para no centrifugar porque se quiere evitar así que las piezas se estropeen. Revisa las instrucciones de tu lavadora para comprobar que este no es el problema.

Si una vez revisadas estas tres cosas tu lavadora sigue fallando, entonces se puede sospechar de otros posibles problemas mecánicos. Por ejemplo, puede tratarse de una avería a la bomba de agua que impide la correcta salida del agua, de un fallo en el motor de la lavadora (entonces el electrodoméstico suele hacer mucho ruido, vibrar en exceso o no moverse durante el centrifugado). También el problema puede ser el desgaste o ruptura de la correa de transmisión (el tambor no gira) o un fallo del sistema de presión del agua en la lavadora. Algunos problemas mecánicos se pueden solucionar en casa (como cambiar la correa de transmisión), pero, en general, en estos casos sí que hace falta ponerse en contacto con el servicio técnico para solucionar el problema de forma eficiente.