Las toallas de baño se enfrentan cada día a nuestra rutina de aseo y a una constante exposición a la humedad. ¿Crees que puedes alargarles la vida útil con una buena dosis de suavizante en cada lavado? Déjanos decirte que usar suavizante durante el lavado de toallas de baño es un error. Vamos a contarte el secreto mejor guardado por los dermatólogos sobre cómo lavar toallas para que estas sean una caricia para tu piel por mucho más tiempo.
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El suavizante para la ropa lleva perfumes y conservantes que pueden alterar el pH de las pieles más sensibles, pero lo que poca gente sabe es que el suavizante también desgasta las fibras y modifica la base del tejido de las toallas. ¿No has notado que hay toallas que no secan bien? Esto se debe a que los suavizantes suelen aportar una capa protectora a los tejidos, con silicona, aceites o ceras. Y esto es estupendo para los demás tejidos, pero no para las toallas, que necesitan absorber el agua. La capa protectora que deja el suavizante lo impide. ¿Por qué no usar alguna de estas alternativas?
Cómo lavar toallas para que queden perfectas sin usar suavizante
Detergente, lejía y suavizante no es la única tríada eficaz para lavar la ropa. No todos los tejidos responden de la misma manera. Y eso es lo que les ocurre a las toallas, que necesitan un cuidado especial. Si vas a lavar toallas deja de usar suavizante, lo estás haciendo mal. Te explicamos cómo lavar toallas con vinagre blanco y limón para que queden perfectas:
Prelavado o directo a cajetín
El vinagre es un multiusos esencial en la cesta de la limpieza. Y si le añadimos el jugo de un limón, la mezcla será un potente fulminador de grasa y manchas con un aroma cítrico delicioso. Para lavar toallas, puedes usar el limón y el vinagre de dos formas:
- Vierten el zumo de un limón y dos cucharadas de vinagre blanco en un barreño con agua y sumerge las toallas. Deja actuar 20-30 minutos. Escurre en agua fría y continúa en la lavadora sin suavizante.
- Vierte medio vaso de vinagre y medio zumo de limón en el cajetín del detergente y lava sin suavizante en el programa habitual.
Consejos de lavado
- No uses lejía.
- Trata de no excederte con el detergente, solo conseguirás que deje residuos en tus toallas.
- No cargues demasiado la lavadora. Las toallas deben tener espacio.
- Elige un lavado corto y frío. Lavarlas a 60 grados no aumentará su suavidad.
- Tiende las toallas a la sombra, el sol desgastará antes las fibras.
- No las dejes en la lavadora si ha terminado el lavado. ¡Tiéndelas de inmediato para evitar los hongos!
- Si tienen olor a humedad por haber estado guardadas mucho tiempo, añade 100 g bicarbonato de sodio al lavado.
¿Ves cómo lavar toallas sin suavizante es todo un éxito? Piensa en el ahorro para tu bolsillo y tu piel, porque el suavizante tiende a adherirse al tejido y si no tienes un suavizante ecológico, los químicos podrían irritar tu epidermis. ¡Otro punto para el limón y el vinagre!