A los humanos nos fascina el mundo que nos rodea, y todavía más lo que nosotros mismos podemos construir sobre ese mundo. Desde la antigüedad, viajeros y eruditos han ido confeccionando listas con lo que llamamos “maravillas del mundo”. Aquellas cosas que son un espectáculo y merecen ser vistas, conocidas y admiradas.
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Sin embargo, hay muchos lugares que, pese a su evidente espectacularidad, no han acabado de hacerse un hueco como maravillas. Seguro que tú tienes tu propia opinión de cuáles deberían ser considerados como tales. Nosotros te proponemos estos 5 lugares, que nos parecen escandalosos, tanto parajes naturales como de obra humana. ¡Ojalá poder visitarlos todos!
Las listas de maravillas del mundo
Siempre hemos hecho listas de lugares increíbles, decíamos. Antípatro, Filón, Gregorio Nacianceno, el Venerable Beda, nos hablaron de “miraculis”, de “espectaculi”, hasta que finalmente en el siglo XVI el pintor neerlandés Maerten van Heemskrerck fijó las llamadas Siete Maravillas del Mundo Antiguo en pintura: la Gran Pirámide de Guiza, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa, la Estatua de Zeus, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría.
De esas antiguas maravillas solo nos queda la gran pirámide. En 2001, una iniciativa privada escogió las llamadas Nuevas siete Maravillas del Mundo de una lista de 200 monumentos, cuyos ganadores fueron la Gran Muralla China, Petra, el Cristo Redentor, Machu Picchu, el Coliseo, y el Taj Mahal. La Gran Pirámide fue incluida como número 8 de forma honoraria por su pervivencia en el tiempo.
Otra iniciativa escogió, en 2011, otras Siete Maravillas de la Naturaleza, que incluían las cataratas del Iguazú, la bahía de Ha-Long, la isla de Jeju, el río subterráneo de Puerto Princesa, la montaña de la Mesa, la isla de Komodo y la selva amazónica.
Nosotros vamos a aportarle dos maravillas naturales a una lista, y tres maravillas humanas a la otra.
1. La isla de Pascua y los Moáis
Cuando los primeros navegantes europeos llegaron a la isla de Pascua, o Rapa-Nui, no podían creer lo que estaban viendo: cientos de estatuas gigantes con aspecto humanoide, grandiosas cabezas labradas en toba volcánica, con unos enormes copetes rojos también volcánicos, y ojos de coral.
Sin embargo, para entonces, siglo XVII, hacía ya más de un siglo que no se tallaban nuevos moáis, y los existentes se estaban derribando y destruyendo por los nativos. Hoy, restaurados, son el principal atractivo de la isla, incluida la cantera abandonada en la que se dejaron unos cuatrocientos moáis a medias.
2. El desierto florido de Atacama
Este desierto es un capricho geográfico. El lugar más árido de la tierra, con permiso de los polos, una franja de apenas 180 km de ancho pero unos 1.600 km de largo, en Chile, atrapado entre los Andes y el océano Pacífico. Un lugar en cuya tierra descansan los huesos de cientos de exploradores que no lograron superarlo, una rica fuente de minerales metálicos, sales, y el espacio con mayor potencial de energía solar del planeta.
Pero lo que lo hace realmente especial es que en este desierto, donde puede estarse muchos años sin que caiga una sola gota de lluvia, cuando finalmente llueve, florecen las semillas que aguardaban bajo el rigor desértico, en ese precioso fenómeno que llaman desierto florido.
3. Angkor Wat
Nos vamos a Camboya para sorprendernos una vez más con el Angkor Wat, el templo hinduista más grande del mundo. Se considera la mayor estructura religiosa jamás construida. Data de tiempos medievales, siglos XII-XIII, es el máximo exponente de la arquitectura jemer, y deja sin habla a todos los que lo visitan, con su enorme lago perimetral (que mide 3,6 km), y una torre central que se eleva 65 metros sobre el nivel del suelo.
4. Zhangjiajie
¿Recuerdas las montañas Aleluya en la película Avatar? Pues estaban inspiradas en las formaciones rocosas del espectacular parque forestal nacional de Zhangjiajie, en China. Más de 48 km2 de asombro puro, que se pueden disfrutar mediante elevadores, puntos escénicos, y el puente de cristal más largo del mundo, que atraviesa un valle de 300 metros.
5. Mohenjo Daro
Tan asombrados como estamos por las maravillas perdidas del mundo antiguo, y las maravillas conservadas las tenemos medio olvidadas. ¿Quién puede no amar Mohenjo Daro? Esta ciudad fue una de las grandes ciudades de la cultura del valle del Indo que floreció en lo que hoy es Pakistán hacia el tercer milenio antes de Cristo.
Contaba con más de 30.000 habitantes, estaba rodeada por una muralla de ladrillo, y tenía barrios de artesanos, graneros, y todo tipo de instalaciones, incluidos sus míticos grandes baños, la primera instalación de baños de carácter público nunca construida, si bien su uso sería religioso.
¿No te parecen increíbles todos estos lugares? ¿Cuál querrías visitar primero?