Los Pirineos catalanes contienen espacios de gran belleza, desde pueblos hasta espacios naturales esta zona del país ofrece todo tipo de lugares de interés. Si bien algunos son muy conocidos, otros pasan más desapercibidos del radar general. Es el caso del Mirador de Gresolet en Saldes (Alto Berguedà). Si bien no es un sitio secreto ni misterioso, ya que es uno de los principales reclamos turísticos de la zona, pero para aquellos que no han oído hablar nunca os traemos todo lo que necesitáis saber.
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El Mirador de Gresolet recibe su nombre porque permite ver perfectamente el valle de homónimo. A menudo es denominado erróneamente cima "Mirador del Pedraforca", por su situación en el regazo de esta montaña, además de una mala señalización de la carretera de acceso. Justamente para evitar errores a la hora de ir, os exponemos como llegar.
Por la carretera B-400 hay que llegar al pueblo de Saldes, pasarlo de largo en dirección a Gósol. Aproximadamente a un kilómetro coger uno rompiendo a mano derecha hacia el mirador del Pedraforca (está señalizado). Hay que seguir esta carretera vecinal durante 4,5 kilómetros hasta llegar al aparcamiento del mirador. Desde aquí, a los que les guste andar pueden llegar hasta el refugio Lluís Estasen.
Otra joya de los Pirineos: tren de Artouste
Quien quiera disfrutar de la oferta turística nuestra a los Pirineos tiene mucho para escoger, por ejemplo el tren de Artouste. Es mucho más que una atracción turística, es una experiencia con la cual se recorre el Valle de Ossau y el espectacular lago Artouste a 2000 metros de altura. Debe kilómetros de plena naturaleza y 55 minutos de tranquilidad y belleza paisajística.
El recorrido te esperan vistas de película, montañas y una naturaleza tan auténtica que parece servicio de un sueño. Excursión para disfrutar en cualquier época del año en compañía de los tuyos. Los niños lo pasarán a lo grande, aunque tienes que poner bien el ojo donde pisas y estar en buena forma para recurrir la subida en el lago.
El recorrido está conformado por 15 excitantes minutos de subida en telecabina, 55 minutos de travesía en tren abierto (también incluye un túnel) y 1h 20 de tiempo en tu aire en el azulísimo lago de Artouste. Tú eliges hasta donde quieres ver, hay 3 opciones de billete. Se puede coger un billete de ida y vuelta que haga todo el recorrido, otro que contempla pasar el día por el lago y el valle de Ossau y, finalmente, uno solo de ida pensado para hacer noche en el refugio de Arremoulit.