Hoy toca hablar sobre un lugar milenario, el Monasterio de Sant Benet de Bages, en la localidad de Sant Fruitós de Bages, y forma parte del Món Sant Benet. Este monasterio benedictino fue fundado el año 960 por los nobles Sal·la y Ricardis, siendo uno de los conjuntos monásticos mejor conservados de la Edad Media en Catalunya.
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Una breve historia sobre el monasterio de Sant Benet de Bages
Al principio, hacia el año 972 era una iglesia prerrománica, hasta que se acabó convirtiendo en la grandiosa edificación gótica del siglo XIV y el suyo posterior esplendor durante el Renacimiento, bajo el liderazgo del abad Pere Frigola. Durante el siglo XVI, el monasterio vivió una época dorada marcada por grandes reformas, destacando la construcción del sobreclaustro y el imponente Palau de l'Abat.
No obstante, la sombra de la historia también rodeó este venerable lugar. En 1594, Sant Benet de Bages se integró al monasterio de Montserrat, y durante los siglos XVII y XVIII, funcionó como escuela de artes y residencia para monjes ancianos. La llegada del siglo XIX trajo la desamortización de Mendizábal en 1835, obligando a los monjes a abandonar el monasterio y sumiéndolo en el abandono hasta que, en 1907, Elisa Carbó i Ferrer, madre del pintor modernista Ramon Casas, lo adquirió con la intención de convertirlo en residencia de verano familiar.
El resurgimiento del Monasterio de Sant Benet de Bages llegó el año 2000, cuando la Obra Social de Caja Manresa adquirió la propiedad y la restauró meticulosamente. En noviembre de 2007, el monasterio abrió las puertas al público como aparte de Mundo Santo Benet.
El monasterio en la actualidad
Hoy en día, Mundo Santo Benet está integrado en la Fundación Catalunya La Pedrera, una entidad comprometida con la preservación del patrimonio cultural y natural. El Monasterio de Sant Benet ofrece recorridos que explican tanto su parte medieval como la modernista, esta última asociada al legado del insigne pintor Ramon Casas.
El conjunto del monasterio está formado por 3 espacios: la iglesia, el claustro y la bodega.
El monasterio presenta una amalgama de estilos arquitectónicos desde el siglo XI hasta el XX, destacando el románico. La iglesia, fechada en el siglo XII, tiene planta de cruz latina, con una nave cubierta por bóveda de cañón|caño. La cabecera incluye un ábside central y dos absidiolos semicirculares. Bajo el ábside, hay una cripta para reliquias.
El claustro, construido entre los siglos XII y XIII, destaca por las sesenta y cuatro esculturas de sus capiteles, con temas vegetales y figurativos. Algunas tumbas de estirpes catalanas se encuentran en las paredes laterales. El acceso al claustro desde la iglesia se hace a través de una puerta decorada con una teofanía. El patio interior, tranquilo y sombrío, es un espacio de meditación. En el sur del complejo, se encuentra la bodega del siglo XIV, con arcos diafragma y pisos destinados a celdas monásticas, posteriormente convertidos en residencia privada.