Existe un monumento que es un símbolo de la riqueza cultural e histórica de Catalunya. Su belleza misteriosa, enriquecida por siglos de historia y leyendas, junto con su impresionante entorno natural, lo convierten en un destino fascinante que ofrece una experiencia única a sus visitantes. Se trata del Monasterio de Sant Pere de Rodes, un monumento que ha cautivado visitantes de todo el mundo. ¿Lo conoces?
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Monasterio de Sant Pere de Rodes: su origen
Actualmente, Sant Pere de Rodes es uno de los monumentos más visitados de Catalunya, gracias a un ambicioso programa de excavaciones arqueológicas y restauraciones llevadas a cabo las últimas décadas. Su ubicación en el Parque Natural del Cap de Creus ofrece vistas espectaculares de la costa y el entorno natural, convirtiéndolo en un luga privilegiado para el turismo cultural y natural.
Visitar el Monestir de Sant Pere de Rodes es hacer un viaje a través del tiempo. Los visitantes pueden explorar la rica historia del monasterio, admirar su arquitectura única y disfrutar de la paz y la belleza del paisaje que lo rodea. Es un testimonio de la fe, el arte y la historia de Catalunya, que sigue fascinando y atrayendo aquellos que buscan descubrir los tesoros ocultos de esta región.
El monasterio de Sant Pere de Rodes tiene orígenes que se pierden en el tiempo y las leyendas. El edificio es del siglo VI, pero su función en aquel tiempo es desconocida. Su historia documentada empieza en el siglo IX cuando se tiene constancia de que era una pequeña célula monástica. Consiguió su esplendor en el siglo X gracias a las donaciones de nobles y reyes, convirtiéndose en un importante centro de peregrinaje y poder espiritual, político y económico hasta su declive en el siglo XIV por los conflictos bélicos y epidemias.
El Monasterio de Sant Pere de Rodes destaca por su impresionante arquitectura, que incluye una iglesia construida entre los siglos X y XI, famosa por su originalidad arquitectónica que la convierte en una edificación única en el mundo medieval. La nave central, sostenida por un sistema de pilares y columnas, y decorada con capitales corintios. Se trata de un gran edificio que refleja la influencia romana.
A pesar de su importancia, el monasterio enfrentó periodos de declive, especialmente a partir del siglo XIV, a causa de conflictos, epidemias y cambios socioeconómicos. En 1798, los monjes abandonaron el lugar, iniciando un largo periodo de abandono y saqueo que duró hasta el siglo XIX. Sin embargo, el reconocimiento del monasterio como Monumento Histórico Artístico Nacional en 1930 marcó el inicio de su restauración y conservación.
Qué ver en el Monasterio de Sant Pere de Rodes
En el Monasterio de Sant Pere de Rodes tenemos la oportunidad de explorar una variedad de estructuras cargadas de historia que nos ofrecen una visión sobre la vida dentro de esta comunidad benedictina.
- La bodega. Fechado entre los siglos XVII y XVIII, refleja el periodo de crecimiento vitivinícola experimentado por la región del Cap de Creus, mostrando el uso arquitectónico innovador de la roca natural de la montaña.
- Iglesia. Se puede acceder a la iglesia y al atrio, este último erigido justo después de la iglesia, donde todavía se pueden apreciar vestigios del portal de mármol realizado por el taller del maestro de Cabestany a la mitad del siglo XII, que fue saqueado a inicios del siglo XIX. El estilo arquitectónico y la decoración de los capiteles en la iglesia de Sant Pere de Rodes manifiestan un claro interés por evocar diseños de la era romana. La construcción de la iglesia de Rodes es notoriamente impresionante, ajustándose a la inclinación del terreno montañoso; fue necesario excavar la roca en el lado sur y llenar un hueco de hasta cuatro metros en el norte para alcanzar un nivel estable por el edificio y su nave central. La imponente bóveda que llega a los 16 metros de altura, descansa sobre un robusto sistema de pilares y columnas que definen el elemento más característico de su arquitectura.
- Edificios singulares. La tradición de peregrinación en Sant Pere de Rodes está bien documentada desde tiempos remotos, celebrándose jubileos el 3 de mayo, día de la Santa Creu, siempre que este coincidiera con el viernes, hasta 1697. Para sumergirse más en este contexto, se puede visitar la girola, un corredor que circunda el presbiterio para la veneración de reliquias, así como la cripta, los claustros inferior y superior, erigidos durante el sègle XII en el punto álgido del monasterio, la sala capitular, donde el abad gestionaba cuestiones clave y se reunía con los monjes, el refetori, destinado en comedor comunitario, la portería, la despensa, la torre defensiva, el campanario de 27 metros, el deambulatorio, la torre y la capilla y el hospital, destinado a alojar peregrinos.
- Residencia del abad. De la antigua residencia del abad, solo perdura la fachada, con una ventana geminada y almenas defensivas. Este palacio fue construido como vivienda para los abades. Durante las excavaciones de 1989, se descubrió un tesoro de 658 monedas de oro y plata de los siglos XIV a XVI, que actualmente se conserva en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. El punto de información del Parque Natural de la Cap de Creus se encuentra en la planta baja de este edificio.
- Los huertos. En el sur del monasterio, protegidos del viento del norte y beneficiándose de los vientos húmedos del este, se sitúan los huertos que proporcionaban los productos vegetales para la comunidad monástica. El suelo de estas áreas fue traído de forma artificial y se edificaron grandes muros y contrafuertes para sostenerlo. Algunos de estos contrafuertes, próximos al monasterio, son de origen medieval, mientras que otros son más recientes. Estos huertos estaban conectados con las áreas internas del monasterio relacionadas, como establos, talleres, cocina y despensa.
Sant Pere de Rodes: ruta para conocer el monasterio y el entorno
Esta excursión permite explorar los emblemáticos vestigios de la Sierra de Rodes, incluyendo el yacimiento romano de La Creu, el Monasterio de Sant Pere de Rodes y las ruinas del Castillo de Sant Salvador de Verdera, iniciando desde un aparcamiento cerca de Mas Ventoso.
El curioso pueblo cerca de Sant Pere de Rodes: Santa Creu de Rodes
Santa Creu de Rodes es un pueblo interesante de ver. Nació y creció en la sombra del monasterio de Sant Pere y fue un lugar próspero cuando el Monasterio estaba en su máxima esplendor. Allí celebraban ferias y mercados donde hostaleros, sastres, panaderos, zapateros, herreros, taberneros o notarios, entre otros, ofrecían sus servicios a todo el mundo que llegaba, en especial a los numerosos peregrinos que se dirigían al monasterio.
Actualmente, solo podemos ver algunos restos arquitectónicos: la plaza de la iglesia y los restos de las casas que la rodeaban. Es interesante pensar cómo las fachadas posteriores de las casas hacían la función de muralla. Al pueblo solo se podía acceder a través de los portales fortificados.