Hace tanto tiempo que ya no se estrella un bicho contra tu parabrisas que casi recuerdas con nostalgia esas vacaciones en las que volvías con un cementerio de insectos en tu coche. Puede que no fuera muy agradable, pero era como un recordatorio de las aventuras vividas en la carretera. ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde han ido a parar todos esos pequeños voladores? El fenómeno del parabrisas, como se conoce popularmente a esta situación, ha llamado la atención de científicos y conductores por igual. La realidad es que este fenómeno tiene múltiples explicaciones y sus consecuencias van más allá de una simple mancha en el vidrio. ¡Te contamos todas las teorías!

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¿Dónde están todos los insectos?

La disminución en la cantidad de insectos que se estrellan contra los parabrisas de los coches ha captado la atención de científicos y curiosos desde hace más de diez años. Estas son algunas de las teorías que podrían explicar esta situación:

Disminución de la población de insectos

El factor principal en el que los expertos pusieron la causa es en la disminución de la población de insectos provocada por el uso excesivo de pesticidas, la deforestación y urbanización

Las alteraciones en los patrones climáticos y las temperaturas también pueden afectar los ciclos de vida de los insectos, su reproducción, alimentación y migración. Esto podría explicar que cada vez volvamos de viaje con los parabrisas más limpios de insectos, pero hay más razones.

Coches más aerodinámicos

Otra de las teorías apunta a la evolución del diseño de los vehículos, que cada vez son más aerodinámicos y con un flujo de aire más eficiente. ¿Y qué tiene que ver esto con los insectos en el parabrisas? Se cree que el diseño de los automóviles actuales impulsan a los insectos hacia fuera por la corriente de aire que generan al desplazarse a gran velocidad. También se puntualiza en que la inclinación del parabrisas es menor y ya no es tan vertical sino más ergonómica.

El aumento del tráfico es otro factor determinante. Al circular más coches en las carreteras, hay más corrientes aerodinámicas que empujan hacia fuera a los insectos.

Otros factores

El fenómeno del parabrisas está vinculado a otros factores que influyen en los insectos que nos crucemos por el camino: la ruta de viaje (si es zona de siembra o rural), la época del año y la hora del día. Los insectos abundan más en ciertos hábitats húmedos y en determinadas estaciones del año, como durante la época de apareamiento o migración. Los destellos de los faros también resultan muy atractivos para los insectos.

Potenciar la biodiversidad y hacer que haya más insectos de nuevo es uno de nuestros retos presentes. Imagen: Thayra.

En definitiva, la disminución de insectos en los parabrisas es un fenómeno complejo y multifactorial. Comprender las causas detrás de esta tendencia es crucial para tomar medidas de conservación y preservación de los insectos, que desempeñan un papel vital en los ecosistemas: polinización, dieta de otros animales... si caen los insectos, detrás de ellos, caemos todos.

Por este motivo debemos concentrar esfuerzos en el primero de los factores, el de la disminución de la población de insectos: es hora de recuperarlo. Con jardines que atraigan, creando más zonas verdes, protegiendo las existentes, vigilando con los pesticidas y caminando hacia una agricultura regenerativa u orgánica, por ejemplo. Porque, aunque a veces puedan molestarnos, un mundo con bichos, ¡es un mundo mejor y más sano!