Las series o dibujos animados con los que crecemos nos marcan, y sus canciones, sus voces, las expresiones, y claro está, sus nombres, se nos graban a fuego. ¡Nos cuesta mucho aceptar otras versiones! Pero claro: todo tiene otras versiones.
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🏡 Estos son los nombres de pueblo más divertidos, extraños y ofensivos de Catalunya
En ocasiones, los nombres utilizados son los mismos y los personajes son reconocibles. De ver Doraemon en catalán a hacerlo en castellano no hay gran diferencia: Nobita es Nobita, Suneo es Suneo, Shizuka es Shizuka, y Gegant es Gigante. Sí, es cierto, el “casquet volador” en castellano se llama “gorrocóptero”, supongo que porque si no lo del “casquete volador” podría sonar a cosas que NO hacen los niños. Pero los reconoces. Sin embargo, ¡otras veces los nombres de los personajes no tienen nada que ver! Veamos algunos casos flagrantes.
Bola de Drac: el shock de los nombres
Cualquier catalán que creciera viendo Bola de Drac en el Super3 en los 90 recordará el shock que sufrió al descubrir que en el resto de España también la acabaron emitiendo, en otras cadenas, en castellano, en gallego, en euskera, y en valenciano. Y que los nombres o algunos términos importantes no se parecían en nada.
No hace falta entrar en el Kame Hame que hacíamos nosotros en el patio de la escuela, y que en castellano es Onda Vital. Goku es Goku, sí, y Bulma es Bulma. Vegeta también es reconocible. Pero al inolvidable (y guarrísimo) Follet Tortuga, en español le pusieron Mutenroi, que ni siquiera es el nombre original japonés, que es Mutenroshi.
Son Gohan es curioso porque españoles y gallegos le han llamado siempre Son Gohanda, igual que ambos comprimen como Tensián el inolvidable nombre de tres sílabas diferenciadas como tres soles, o los tres ojos de Ten Shin Han.
La originalidad de la traducción catalán se ve muy bien en el Gran Guerrer del Vent, que en castellano y gallego resolvieron más perezosamente como Guerrero Intergaláctico, y que en valenciano mantuvieron parecido al original Gran Saiyaman. Pero el cambio de nombre más traumático para todos fue cuando descubrimos que nuestro namekiano favorito, Satanàs Cor Petit, en castellano le llamaban Piccolo, y de repente un peligroso guerrero se veía convertido en un señor italiano.
Las tortugas ninja también traen cambio, pero no tanto como Harry Potter
Las 4 tortugas ninja han mantenido sus inolvidables nombres, traducidos o no, porque corresponden a los 4 grandes artistas del Renacimiento, y por tanto no tenía sentido alguno cambiarlos. Pero los que vimos la serie de los 90 en catalán recordamos perfectamente lo peligroso que era “en Trinxant”, que en castellano no se tradujo y quedó como Shredder. Y, sobre todo, nos acordamos de lo sabio que era Estellicó, que para el resto del mundo fue siempre Splinter.
Pero seguramente donde hemos visto cambios de nombres más sonados y, la verdad, muy bien pensados, fue en la traducción al catalán de Harry Potter. Porque si bien los personajes principales de la saga no se cambiaron ni “tradujeron”, debido al peso que tenían en la trama, otros secundarios sí lo hicieron, de una forma muy ingeniosa. Así, el compañero de Quidditch de Harry es Oliver Wood en todos los idiomas salvo en catalán, donde se cambió a Marc Roure, mientras que los hermanos Colin y Dennis Creevey se convirtieron en Pau y Dani Parra. Romilda Vane, por su parte, en catalán es Rosana Vana, y otros alumnos o adultos más sufren también algunas variaciones. Nosotros, sin embargo, nos quedamos con ese Remus Lupin que cambiaron a Remus Llopin y, sobre todo, con Moaning Myrtle, que en español es Myrtle la Llorona, y en catalán fue traducida como, atención Gemma Gemec.
Hay que reconocer que ingenio, a estas traducciones, ¡no les falta!