Si de playas maravillosas se trata no hay que ir más allá de Menorca, Mallorca, Ibiza y Formentera. Hay quien dice que las mejores playas del mundo están en el Caribe o en el sureste asiático, pero se tiene que decir que las Islas Pitiusas no se quedan atrás. Es más, ni hay que ir a las islas, una vuelta por la Costa Brava y descubrirás infinidad de calas preciosas. Ahora bien, si tienes el gusanillo de viajar, de coger el avión y de descubrir un país que todavía no está masificado de turistas, presta atención a La Gandula que te traemos una guía de la desconocida Albania. De este país no sabemos mucha cosa más allá que se encuentra rodeada por Montenegro, Kosovo, Macedonia del Norte y Grecia y que, hasta hace unos años (en 1992) cuando te hacías el pasaporte en una comisaría de policía seguro que alguna vez te habían dicho: "Este pasaporte te servirá para ir por todo el mundo menos Albania". Este país vivió aislado del mundo en una dictadura hasta los 90 y es por eso que para muchos se trata de un país desconocido. ¡Pero vamos a ponerle solución!

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Playas paradisiacas

Este país balcánico se está ganando poco a poco el título de paraíso desconocido del Mediterráneo. La Riviera Albanesa se extiende de norte a sur del país, donde se encuentra un yacimiento arqueológico tan importante como son las ruinas de Butrinto. Una de las zonas más conocidas de playa se encuentra en el sur, en Ksamil, donde las playas kilométricas de arena blanca y agua cristalina enamoran a todos los visitantes. Hace falta tener en cuenta que la mayoría de playas en Albania son privadas y para disfrutarlas hay que alquilar una tumbona y un parasol, pero no os preocupéis porque el precio acostumbra a ser de entre 5 y 8 euros para todo el día; ¡vale la pena esta comodidad!

Ksamil se encuentra justo delante de la isla griega de Corfú y allí hay tanto turistas internos como del resto del mundo (sobre todo de Italia). Ksamil es un campamento base ideal para conocer a otros atractivos albaneses como The Blue Eye (una atracción turística popular, el agua azul del río de la cual se puede ver desde una profundidad de más de cincuenta metros. Hay que destacar que los buzos han bajado a cincuenta metros, pero todavía no está claro cuál es la profundidad real del agujero), y el Parque Natural de Butrinto, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.

The Blue Eye, en el sur de Albania

Senderismo y pueblos encantadores

También podría ser que fueras más amante de la montaña y que pasarte horas en la playa te ponga nervioso, pues estas personas están de suerte porque el norte de Albania también es un paraíso para los alpinistas. Albania es uno de los lugares más montañosos del mundo, ya que dos tercios de su territorio son montañas, por lo tanto, no os perdáis Theth.

Esta localidad que se encuentra en el corazón de los Alpes albaneses permite descubrir la verdadera esencia de su gente. Theth es un pequeño pueblo que durante años se mantuvo (casi) aislado gracias a su ubicación alejada de todo y una carretera sin asfaltar que estaba prácticamente impracticable para la mayoría de turistas. Hoy en día ya es más fácil llegar y son muchos los turistas que se desplazan para, desde allí, arrancar caminatas como la que va de Valbona a Theth.

Si no tienes ganas de hacer grandes caminatas, también podemos recomendar visitar dos pueblos encantadores: Gjirokaster, visita obligada desde Ksamil, es un precioso pueblo que tiene un centro histórico que es Patrimonio Mundial por la UNESCO, un castillo espectacular y un bazar donde te perderás entre sus tiendecitas. Si vamos más hacia el norte, también vale mucho la pena ir a Berat (a menos de dos horas de la capital, Tirana), también denominada la ciudad de las mil ventanas. Situada cerca del río Osum, Berat es la localidad más antigua de Albania y destaca por su centro histórico, formado por tres antiguos barrios que conservan la arquitectura otomana y bizantina en numerosos edificios, mezquitas e iglesias, y que también ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Berat

La gastronomía albanesa

La cocina albanesa es una mezcla única de influencias turcas, de los Balcanes y el Mediterráneo. Desde carne y pescado a la parrilla a precios escandalosamente asequibles a gyros griegos, su cocina desconocida enamora a todos los visitantes.

La comida más típica de Albania, el byrek, puede ser uno de los que más gusten a visitantes y locales. Este pastel salado, elaborado con masa filo, lleva un relleno de espinacas y queso, y se puede encontrar en cualquier esquina. ¿Todavía te hacen falta más motivos para visitar esta joya del Mediterráneo?