Algo que sorprende a todo el mundo sobre Catalunya es la cantidad de paisajes distintos que tenemos encerrados en los apenas 32.000 km2 de superficie del país. Dunas mediterráneas que hacen pensar en el norte de África, llanos de secano como si fuera el Far West, frondosos bosques húmedos, zonas volcánicas... y, ¿sabías que parte de esta tierra también te hace pensar en Suiza?
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🧚♀️ Todos los excursionistas dicen que este rincón de Catalunya es de cuento de hadas, ¡descúbrelo!
Toda la zona de los Pirineos, como es lógico, comparte características con otros países de montaña. Pero hay tres puntos en concreto en los que si te abstraes un poquito te sientes por completo en Suiza, y si hicieras una foto y se la enseñaras a alguien desprevenido, podría colar que has estado en el país alpino. ¡Descubre cuáles son!
1. Ulldeter
Ulldeter es un circo montañoso en el Pirineo Oriental, cuyo nombre ya nos da pistas sobre qué río nace ahí: el Ter. Además, también acoge la conocida estación de esquí Vallter 2000, en el término municipal de Setcases. Mucha gente conoce a esta zona como "la pequeña Suiza catalana" debido a su espectacular paisaje.
Para disfrutarlo no hace falta venir a esquiar: hay rutas de senderismo increíbles, que os regalarán algunas de las panorámicas más sobrecogedoras, entre el coll de Coma de l'Orri y el coll de la Marrana, por ejemplo.
2. Núria
¿Sabes cuando escribes "Suiza" en el buscador de Google, y te aparece una de esas fotos con un lago entre montañas y algunas construcciones preciosas justo al lado? ¿De esas que te apetecería un montón pasar allí una semana? Pues no necesitas irte a Suiza para ello, lo tienes aquí, en Cataluya, en la Vall de Núria.
Este valle pirenaico está tan aislado, que los eremitas del medievo lo buscaron como lugar de meditación. Según la tradición, aquí residió durante 4 años San Gil en torno al año 700, y en el siglo XI un peregrino dálmata llegó ahí, guiado por una revelación, para encontrar una talla de la virgen que daría lugar al santuario de la Virgen de Nuria.
Por cierto: durante la Guerra Civil, el rector cogió la talla y se la llevó, precisamente, a Suiza (que se sintiera como en casa, la señora), donde permaneció hasta su retorno en 1941.
Si quieres llegar hoy, tendrás que hacerlo por caminos de montaña, como aquellos peregrinos del pasado, o de forma mucho más práctica con el tren cremallera.
3. Aigüestortes
Cómo Nuria, pero sin el santuario, y con un paisaje más extremo. Así es la sensación que te queda cuando admiras los paisajes agrestes del parque natural de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Domina los Pirineos ubicado justo en su centro, con buena parte del parque por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar, y varios picos que superan los 3.000. Los valles están salpicados por lagos glaciares, y son especialmente espectaculares, al oeste, el valle del río San Nicolás, y al este el valle del río Escrita.
Para recorrerlo bien hay que estar en buena forma (o, al menos, dispuestos a sudar mucho), pero las imágenes que vais a ver en cualquiera de las rutas senderistas de la zona, os harán venir ganas de cantar el yodel como si estuvierais recorriendo los Alpes suizos.
Y es que así es la geografía de Catalunya: tan espectacular y diversa, que en un territorio pequeñito pueden encontrarse varios países distintos.