Las peculiaridades ortográficas de las lenguas a menudo nos sorprenden, y una de estas excepciones en castellano se da con el verbo salir. Hay un caso en que el uso del imperativo de este verbo en combinación con un pronombre se puede pronunciar y decir, sin embargo, siguiendo las recomendaciones de la RAE, no se puede escribir. Te explicamos el insólito y único caso de la palabra que se puede decir en castellano, pero no se puede escribir (y que, curiosamente, en catalán sí que se puede).
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Imagina que un entrenador de fútbol castellano quiere dejar órdenes escritas a un jugador sobre cómo reaccionar durante un partido. Supongamos que le quiere decir que, cuando vea el otro equipo avanzar, salga rápidamente y le haga frente a un oponente. En este caso, el entrenador tendría que utilizar el imperativo del verbo salir (sal) combinado con el pronombre "le" (que se refiere al otro jugador o equipo).
Un entrenador catalán resolvería la situación utilizando la expresión 'surt-li' (imperativo de sortir más el pronombre "li"). Escribiría: 'Surt-li al pas!'. El entrenador castellano, podría utilizar esta misma expresión de forma oral durante el partido (¡Sal-le al paso!) pero se encontraría con una dificultad a la hora de querer dejar la nota en el papel: la norma escrita no admite que la combinación "sal" + "le" se convierta en "salle" o "sal-he". Así, aunque es totalmente posible decir esta palabra en el ámbito oral en castellano, ya que se pronuncia correctamente, en teoría, no se puede escribir.
Por qué esta palabra se puede escribir en catalán pero no en castellano
Según la Real Academia Española (RAE) no se puede escribir como "salle" porque, en castellano, no se permite la terminación -lle en palabras comunes. Esta combinación de letras no existe dentro del sistema ortográfico español para palabras que no sean nombres propios o derivados de otras lenguas, como el apellido francés La Salle.
Ante esta norma, muchas personas utilizaban un guion para separar las dos partes de la palabra, como "sal-le", con el fin de solucionar el problema ortográfico. No obstante, las Academias de la Lengua tomaron una decisión en el 2010 que generó debate: en esta edición de las normas ortográficas, se eliminó el uso del guion como solución en estas combinaciones enclíticas. Por otra parte, la RAE también considera incorrectas otras grafías como un punto en el medio o un punto volado. Por lo tanto, la única solución normativa que da la RAE en este caso es evitar escribir la palabra.
Esta decisión fue motivo de críticas en su momento porque, en efecto, crea una excepción insólita en el sistema ortográfico del castellano: la de tener una palabra que se puede decir, pero no se puede escribir. Otras lenguas no tienen esta restricción tan estricta, y es por eso que se considera una anomalía dentro de la gramática española.
En contraste con lo que pasa en castellano, el catalán ofrece una solución mucho más sencilla y flexible. En catalán, la combinación equivalente sería "surt" (imperativo de salir) y el pronombre "li", que en conjunto forman "surt-li". Esta construcción es totalmente correcta tanto en el habla como en la escritura, y no presenta ninguna dificultad ortográfica.
El catalán, como lengua románica próxima al castellano y al francés, permite el uso de los pronombres enclíticos de una manera mucho más directa. Así, formas como "surt-li", "dona-li", o "porta-li" son perfectamente válidas en catalán. Esta flexibilidad ortográfica permite evitar las complicaciones que se presentan en el caso de "salle" en castellano, y facilita la expresión tanto oral como escrita.
Propuestas de alternativas ortográficas
Ante esta restricción ortográfica, varios lingüistas y expertos han sugerido posibles soluciones. Una opción sería buscar nuevas grafías que permitan escribir la combinación de manera correcta sin infringir las normas. Sin embargo, hasta ahora no hay consenso sobre cuál sería la mejor manera de abordar este problema.
El especialista en tipografía y ortografía Martínez de Sousa, por ejemplo, ha defendido que el uso del guion se tendría que considerar una solución válida para este caso excepcional. En su obra Ortografía y ortotipografía del español actual, Martínez de Sousa argumenta que el guion sería una solución razonable para mantener la coherencia ortográfica sin dejar a los hablantes sin una opción para escribir correctamente una forma que se puede pronunciar perfectamente.
En este sentido, Martínez de Sousa sugiere que, aunque las Academias de la Lengua españolas han decidido eliminar el guion, esta herramienta se tendría que mantener en casos excepcionales, como el de "salle", donde nos enfrentamos a una situación claramente única. De hecho, esta situación se puede considerar como una "excepción dentro de una excepción", ya que es poco habitual encontrar una palabra que no se pueda escribir correctamente según las normas vigentes.