Un huerto siempre está amenazado. Da igual si es más grande o más pequeño: a menudo hay mil cosas que pueden salir mal. Una de ellas son las plagas y enfermedades, porque a la que nos descuidamos nos podemos encontrar con toda la cosecha perdida. Y hay una especialmente molesta: la plaga de caracoles o babosas.

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Pero caracoles y babosas cumplen su papel, como cualquier otra criatura de la naturaleza. No hace falta envenenarlo todo con pesticidas que acaben con mucho más que los caracoles, y ponga en riesgo la seguridad de tu cosecha. Con este truco que te vamos a explicar, podrás eliminar un buen número de estos invasores que se están comiendo tus lechugas y tus acelgas, sin arruinarlo todo alrededor.

Las trampas de cerveza para acabar con plagas de caracoles

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Acaba con las plagas de caracoles o te quedarás sin cosecha. Imagen: LesiaValentain.

Atentos a este truco, para el que solo vas a necesitar unas latas de cerveza y unos cuencos.

La idea es bien sencilla: los caracoles se ven atraídos por el olor de la cerveza. Por tanto, si entierras un cuenco en el suelo, lo llenas de cerveza, y lo dejas ahí toda la noche, los caracoles irán cayendo dentro y luego no podrán salir, morirán ahogados en la cerveza.

¿Cómo montar la trampa de cerveza para que funcione bien con las plagas de caracoles?

Si buscas en foros especializados, encontrarás gente diciendo que a ellos las trampas de cerveza no les han funcionado. A mí, desde luego, sí me funcionaron bien, y en solo un par de noches acabé con una veintena de caracoles que me estaban devorando todo el huertillo que tenía en la terraza.

Es imposible saber por qué a esas personas no les funcionó, pero aquí van algunos consejos que pueden ayudar:

  • Asegúrate de enterrar bien el cuenquito, para que los caracoles puedan entrar.
  • No lo llenes de cerveza hasta arriba del todo, tienes que hacerles bajar, para que luego no puedan subir.
  • Si las paredes son demasiado horizontales o llanas, como si usas un platito, puede que los caracoles puedan acercarse al borde, beber, y marcharse. Necesitas un cuenco inclinado pero más vertical, que dificulte el escape.

Pero, ¿y si tienes un huerto demasiado grande para que esta trampa sea práctica?

Alternativas de la trampa de cerveza para plagas de caracoles en huertos grandes

Lo de enterrar un par o tres de cuencos pequeños te sirve en una mesa de cultivo o en maceteros, o en un huerto urbano pequeño. Pero si dispones de más espacio y te enfrentas a una gran plaga de caracoles y babosas, este sistema no te va a ser práctico. O más bien, ¡te va a salir muy caro tener que utilizar tanta cerveza!

Para estos casos en los que necesitas grandes cantidades, te proponemos una alternativa casera. Al final no es que los caracoles sean cerveceros, sino que les atrae el olor de la fermentación. Y eso lo puedes conseguir con los siguientes ingredientes:

  • 2 kg de harina de trigo
  • 1 kg de azúcar
  • 1 sobre de levadura de cerveza
  • 25 litros de agua

La preparación se hace así:

  • En un vaso pones agua tibia (unos 25-26 grados) con 2 cucharaditas de azúcar y 1 de harina. Remueves y disuelves, y luego le añades el sobre de levadura. Lo dejas reposar 4, 5, incluso 10 horas, que ya empezará a burbujear.
  • En cuanto burbujee pon a calentar 5 litros de agua y le echas el resto de la harina. Haz unas gachas que queden uniformes.
  • Vuelca esto en un gran recipiente, donde quepa los otros 20 litros de agua restantes, echa el azúcar que falta, y mezcla todo bien con un palo. 
  • Asegúrate de que la temperatura de la mezcla está entre 22 y 26 grados, y entonces añádele el vaso con la levadura.

Y ya está: ahora solo te queda cubrir el recipiente con un paño (importante NO cerrarlo con tapa, ya que se generan gases que deben poder escapar) y dejarlo hacer. Al día siguiente ya estará toda la mezcla echando burbujas, y en cuestión de una semana sentirás un fuerte olor parecido a la cerveza… aunque no es que haya elaborado (no se hace así, ¡no te lo bebas!).

Esta mezcla podrás repartirla por todo tu huerto en diversos cuencos, y acabar así con la plaga de caracoles en grandes cantidades y por muy poco dinero. ¡A fermentar!