En verano, podrías vivir a base de ensaladas, por eso te has esmerado en el cuidado de tus lechugas y tomates en tu huertito urbano. Pero, déjame adivinar: has tenido problemas con los tomates. Normal. Será porque están riquísimos, pero el caso es que las plagas del tomate son habituales, hay un montón de bichitos que lo disfrutan tanto como tú.
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Para que no tengas que compartir ensalada con ellos, te damos toda la información sobre las 4 plagas del tomate más comunes y devastadoras, las que joroban miles de cosechas año tras año, y te enseñamos cómo prevenirlas y cómo controlarlas para mantener tus plantas saludables. ¡A por los bichos!
Los 4 jinetes del apocalipsis tomatero: las peores plagas del tomate
1. Araña roja
Cuando llega el calor y el clima se vuelve seco, una de las plagas que se lanza a por tus tomates es la araña roja, que aprovecha los indicios de sequedad para afianzarse.
Este pequeño insecto de color rojo deja un punteado amarillo en las hojas y puede ser visto en el lado inferior de las mismas. A medida que la infección avanza, se puede observar una fina telaraña en el reverso de las hojas, el tallo y el fruto. La planta comienza a adquirir un color marrón y, finalmente, las hojas se secan y caen.
Es importante mantener la planta regada y vigilada para evitar el ataque de la araña roja. Si se te ha escapado, ves que algunas ramas se están marchitando, o encuentras una de las odiadas telarañas, la solución es rociar la planta con una solución de ajo macerado.
Esta es la receta que yo he utilizado este mismo verano, que la araña roja se ha cebado con una de mis tomateras:
- 4/5 dientes de ajo cortados en trozos y aplastados para que suelten sus jugos.
- Los dejas macerando en 1 litro de agua 24/48 horas. Tápalo bien y déjalo a oscuras.
- Pasado ese tiempo, los pones a calentar durante unos 20 minutos. No hace falta que llegue a hervir, aunque por un poco de chup chup no le pasará nada.
- Deja enfriar y, esa solución, métela en un pulverizador limpio.
- Rocía por completo la tomatera por la mañana y por la noche, hojas, frutos, tallo, ¡todo!
- El olor es fuerte y pesado hasta para los amantes del ajo, se parece más bien a un fuerte olor a pies, ¡pero es superefectivo contra la araña roja!
2. Pulgón
Los pulgones, sobre todo los que no tienen alas, son otra plaga que adora los tomates. Estos pequeños insectos se encuentran en la parte inferior de las hojas y son de diferentes colores, como verde, blanco y amarillo.
Una forma de detectar su presencia es a través de la presencia de hormigas coloradas, que los utilizan para obtener un líquido azucarado que los pulgones secretan. A medida que la población de pulgones crece, las hojas de la planta se enrollan, se secan y la planta se debilita. Además, el pulgón puede provocar la aparición de hongos y otras enfermedades. Mantener la planta hidratada, retirar las malas hierbas y asociar el tomate con ajo y cebolla pueden ayudar a alejar a los pulgones. Si ya es demasiado tarde, aquí tienes algunas formas de eliminarlos:
🪲 Cómo tratar el pulgón de las plantas: 5 remedios caseros
Y por cierto: la mosca blanca, que es pariente de los pulgones y también puede afectar a los tomates, se trata exactamente de la misma forma que el pulgón.
3. Chinches apestosos
Chinches que se alimentan de las plantas como el tomate los hay de muchos tipos y colores: su escudo suele ser rojizo o anaranjado, pero los hay de color verde brillante. Se les llama "apestosos" por el olor que desprenden al ser aplastados.
Pueden picar los frutos y tallos con su trompa, lo que abre una vía de entrada para otras enfermedades. Lo notarás porque verás agujeritos en los tomates, que pueden empezar a pudrir el fruto. Si te enfrentas a una infestación de chinches, puedes optar por retirarlas manualmente o utilizar un frasco con agua y jabón potásico para eliminarlas. El aceite de neem también va bien.
4. Tuta absoluta
La llamada "polilla del tomate" es un lepidóptero de América del Sur, que hasta hace unos pocos años solo causaba problemas en los cultivos de allí. Sin embargo, en 2006 se documentó por primera vez en España, y su expansión ha sido rápida. Desde 2009 afecta a las tomateras de toda la costa mediterránea española, y prácticamente todo el país, y se ha convertido en una auténtica pesadilla.
La detectarás por lo mismo: las hojas se van marchitando y muriendo. Pero es difícil encontrar los huevos, normalmente lo que vemos son ya las larvas, esos odiosos gusanos recorriendo el envés de la hoja, los tallos, y perforando nuestros tomates para comérselos por dentro.
Lo recomendable en este caso es arrancar la planta y darla por perdida, pero si la infestación está aún en etapas iniciales y crees que puedes controlarla, lo que me funcionó bien el año pasado (que me tocó lidiar con la Tuta) es una infusión de jengibre. Se supone que hirviendo jengibre fresco es mejor, yo tuve que usar jengibre en polvo del que se usa en cocina, una buena cantidad, y sirvió para matar al bicho, aunque mi planta estaba ya irrecuperable.
Para prevenir y controlar las plagas del tomate, también puedes recurrir a trampas cromáticas amarillas para capturar pulgones voladores. Asimismo, la presencia de flores de caléndula en la huerta puede atraer insectos beneficiosos, como mariquitas, y sus raíces ayudarán a controlar las plagas de forma natural. En casos de infestaciones más graves, puedes recurrir a plantas repelentes, pero debes tener precaución al elegirlas para no ahuyentar a nuestras queridas amigas las abejas.
Si te acostumbras a vigilar tus tomateras te será más fácil detectar y abordar cualquier signo de plagas. Si no son muchos los insectos, con retirarlos manualmente o eliminar las hojas infectadas puede ser suficiente. Si la infestación es severa, será mejor buscar asesoramiento de expertos.
¡No dejes que las plagas arruinen tus cultivos y sigue estos consejos para controlar las plagas del tomate!